BLOGOSFERA

Malagueñas y malagueños de fiesta
Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria,
antes de hundirte para siempre en las olas amantes.
(Vicente Aleixandre. Fragmento del poema Ciudad del Paraíso de su libro Sombra del Paraíso escrito en 1939).
Me sirvo para el título de esta entrada en mi blog del reconocible nombre que recibe el Certamen de Malagueñas de Fiesta que este año ha celebrado su XXVII edición y organizado en la actualidad por la Federación de Peñas Malagueñas.
Después he venido a recordar algunos versos de Aleixandre que no pudo describir mejor nuestra esencia. Él, que se siempre se sintió malagueño, Premio Nobel de literatura, que dedicó a nuestra ciudad uno de sus libros más importantes, por sentirse en ella como en el auténtico paraíso.
Es mi primera Feria de Málaga como Portavoz del Grupo Municipal Socialista y no quiero dejar de lado algunas reflexiones sobre la misma. Y lo hago con la intención de aportar lo que pueda enriquecerla, mejorarla, darle aún mayor singularidad.
Es un momento en que recibimos miles de visitantes, regresan muchas de nuestras personas queridas, nos tomamos vacaciones o un pequeño respiro, y apenas ya si se habla de otra cosa (digo casi afortunadamente). Es un momento como para lucirse como ciudad.
Dos ferias en una: la del centro que nos hace ser únicos en este modelo, y creo de lo más valorado por foráneos y propios; y la de noche, en el Cortijo de Torres. Ambas en torno a la comida, la bebida, la música y el baile, sin cuyos ingredientes no se entendería como tal. Pero ¿por qué no más? Más contenido cultural, con desfiles de modelos de trajes de flamenca, con más oferta de los espacios culturales del centro, con programación ad hoc, con espectáculos en cada una de las plazas y rincones, exposiciones, una feria gastronómica específica, un aprovechamiento de la Malagueta, unos espacios alternativos para jóvenes en torno a las redes sociales porque cuanto más contenido cultural, menos extensión de los desagradables efectos colaterales del excesivo consumo de alcohol que en determinadas horas y lugares dan a nuestra feria la peor imagen de ella, y sobre todo cuando la limpieza no puede dar respuesta a tal desafío (aunque debiera).
Hice en la campaña una apuesta por hacer del Real Cortijo de Torres un espacio estable para el resto del año, idea que mimetizó el alcalde y de lo que más no hemos sabido ¿se darán los pasos? ¿y cuándo? No deberíamos dejarlo al albur de un cambio de vientos propiciado por un alternativo aprovechamiento urbanístico del mismo. Si no, la ocasión estará perdida para siempre.
Empeñarse en recualificar la feria de Málaga me parece más urgente que abrir melones dudosos sobre un cambio de fecha de la misma o distraernos con un debate añejo e inoportuno en estos tiempos de crisis como la segunda torre de la Catedral.
El verdadero debate en esta feria está en la limpieza, el cuidado y la calidad y singularidad de nuestra feria.
Quiero aprovechar este espacio para agradecer todo el esfuerzo que hace el personal del Ayuntamiento y las empresas que prestan sus servicios con un carácter público, porque ellos hacen el máximo bajo las premisas de una dirección política que ha decidido invertir eso y no más ni de otra manera en nuestra feria. Y agradecimiento a los peñistas que dan con estas temperaturas todo su esfuerzo en el montaje, decoración y cocina, para que los demás disfrutemos.
Para concluir qué mejores palabras que con las que describió Federico García Lorca nuestra querida ciudad en una carta que escribe a Benjamín Palencia en Agosto de 1925: Dentro de unos días dejo este campo de mi niñez, para marchar a Málaga, ¡A mi Málaga! No tienes ni idea [...] qué ciudad tan extraordinaria. Su luz es tallada como un brillante y su brisa tiene vello como los melocotones. Al llegar, Dionisios te roza la cabeza con sus cuernos sagrados y tu alma se pone color de vino.
Semana de fiesta, jornadas de risas, encuentros y abrazos amigos. Disfrutemos de nuestra feria, hagámoslo con responsabilidad y tomemos aliento para proseguir con el trabajo para mejorar las condiciones de todos aquellos malagueños y malagueñas que por las circunstancias adversas no puedan disfrutar de la Feria como lo hacemos la mayoría.
Este año, ya con una panza considerable de seis meses no puedo vestirme de flamenca, ni excederme en los horarios, pero los que puedan y quieran ¡Feliz Feria ¡