La madre nómada de los parques

Hace unos días paseaba con mi equipo por Teatinos, recogiendo impresiones de vecinos, asociaciones, comerciantes. En un parquecito infantil se me acerca una señora, Regina González, que tiene a sus hijos allí jugando y me dice: “María, a ver si te ocupas de hacer más parques donde llegar a los niños, yo soy la itinerante de los parques, aqui me vengo desde... en coche. Otras veces tengo que ir a la Batería en Torremolinos o a Benalmádena, al Parque de las Palomas”. Me resultó curiosa su autocalificación “la nómada de los parques”, como luego me recordó por Facebook donde me escribió tras conocerme para dedicarme palabras de ánimo.

A un conocido mío le llaman \'El parquero de Málaga\' porque siempre que puede introduce en su conversación la necesidad de más zonas verdes en la ciudad. Otra amiga tuitera me habla de ajardinar las terrazas de los edificios, de combatir así también el cambio climático. Otro amigo desde París me escribe y me manda referencias y fotos de espacios ajardinados con sencillos recursos económicos. Y otro buen amigo mío me dice: “Hay en algunos parques seguridad para que no te roben, María. En Málaga lo que te roban, directamente, son los parques. Porque no los hay. Y de eso nadie te protege”. Menuda sentencia, me dije.

Hay anhelo de espacios libres. Espacios de esparcimiento, de paseo, de seguridad donde no temas que tus hijos al escapar de la vista no estén inmediatamente en el asfalto. Se han hecho en los últimos años algunos, y los Fondos del Estado (los FEIL) han ayudado a ello. Pero hay que aprovechar cada espacio libre aún, cada esquina, para hacer más verde. Y cuidar de los existentes. Málaga debe ser más verde y menos gris. Yo quiero liderar, con la ambición de los malagueños, esa transformación de Málaga.