Desigualdad salarial=Pensiones bajas

Hoy es el Día Internacional de la Igualdad Salarial entre Hombres y Mujeres. La fecha no está elegida al azar ni es banal. Una mujer debe trabajar hasta el 22 de febrero para obtener los mismos ingresos que un hombre a 31 de diciembre. Antes de nada agradecerle a la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres.

Es una desigualdad, una injusticia que debemos tener siempre presente por todo lo que implica. Por una lado, la incorporación al mercado laboral de las mujeres está lastrada por una serie de estereotipos y dificultades que hacen que se encuentre en la mayoría de los casos en inferioridad de condiciones frente a nuestros compañeros varones.

Una vez incorporadas, España queda situada entre los países que presentan una mayor brecha salarial entre hombres y mujeres en la UE, donde las trabajadoras cobran de media un 15% menos que los hombres y necesitan cotizar 53 días más al año para cobrar lo mismo.

Por último, aunque cada vez es mayor el número de mujeres que trabajan en el mundo asalariado siguen siendo minoría como perceptoras de prestaciones por jubilación (el 80,1% las reciben los hombres frente al 45% de mujeres), por incapacidad y por desempleo. Por el contrario son mayoría en la percepción de pensiones de viudedad (1,5 hombres frente al 43% de mujeres perceptoras), prestaciones no contributivas y como beneficiarias de cuantías mínimas y complementos a mínimos.

Me afecta la injusticia que supone que las mujeres tengan más dificultades para acceder a un trabajo, que cobren menos, que no sean independientes económicamente porque lleva implícita otras “dependencias” nada deseables para un ser humano. Pero me duele sobre manera que después de una vida de trabajo, que no de empleo, muchas veces de sacrificio personal impagable, terminen sus días de manera tan pobre. Y me alegro que el gobierno no haya tocado las prestaciones no contributivas y las mínimas porque estas afectan a las mujeres, porque de manera clara contribuyen a una mejor calidad de vida de ellas, de nosotras. No es lo que se merecen, se merecen más, pero algo es algo.