Los hombres que sí amamos a las mujeres

25 de Noviembre. Día internacional contra la violencia de género. ¿Cómo es posible que sigamos aún teniendo que conmemorar esta fecha? ¿Qué podemos hacer que no estemos haciendo ya? Por desgracia sé que se puede hacer más de lo que se hace cuando el compromiso político es real y se traduce en medidas y acciones concretas. Desde la administración local son muchas las respuestas que se pueden dar. Sin embargo, me voy a centrar en tres ejes prioritarios: la prevención, la acción y el apoyo al tejido asociativo.

Dado que la violencia de género nace de la desigualdad debemos poner el enfoque en el origen con el objeto de desarrollar la convivencia en términos de igualdad. Por tanto, es vital adoptar medidas activas en contra de las circunstancias, los valores y elementos que están permitiendo que la violencia de género siga siendo una dolorosa realidad con la que tengamos que convivir en nuestra sociedad. En este sentido las administraciones locales tienen un papel que cumplir como administración más cercana a la ciudadanía, más cercana al problema. Para contribuir a esta importante tarea es necesario que las medidas que se adopten desde los consistorios vayan encaminadas a crear una sociedad más igualitaria. Lamentablemente no es el caso de Fuengirola en la que, por poner algunos ejemplos, se gastan el dinero público en talleres para aprender a hacer envoltorios y decoración navideña, repostería o, en una conferencia que lleva por título ‘De la creación a la materialización: Urano y Saturno en psicoastrología’.

Además de las acciones en el ámbito de la prevención, son necesarias otras específicas que combatan los casos existentes de violencia. Como no hay proyecto sin presupuesto, se deben introducir en los presupuestos partidas para lucha contra la violencia machista. Es en ese tipo de actuaciones donde realmente se demuestra si la igualdad es un pilar y una prioridad en la acción política. Lo contrario es minimizar este problema y, en consecuencia, contribuir con el silencio económico a la continuidad de esta lacra social. Con respecto al tejido asociativo, entiendo que desde los ayuntamientos se les debe apoyar y fortalecer abriendo líneas de apoyo económico con acciones que tengan como objetivo el fomento de la igualdad o paliar los efectos siempre negativos de la violencia de género tanto en las víctimas como en su entorno.

Por último, entiendo que no hay compromiso político que no vaya precedido de uno personal. Personalmente me siento agredido cuando en el manifiesto institucional del Ayuntamiento de Fuengirola la alcaldesa hace mención a cuestiones religiosas que nada tienen que ver con la violencia de género o cuando ataca en su blog a mujeres por el simple hecho de serlo. Lo que demuestra que no se trata de mujeres contra hombres ni viceversa. Se trata de tener un compromiso personal y político frente a la barbarie que cometen hombres que no aman a las mujeres.