Pequeños gestos para acabar con la violencia contra las mujeres

Este año ya van 64 víctimas mortales de la violencia contra las mujeres, pero estas son las que en un acto inhumano un asesino quiso arrebatar una vida, pero son muchas más las que en vida se están muriendo. Porque eso es lo que hace el maltrato contra las mujeres, aunque no llegue al acto del asesinato.

Son muchas las acciones que desde las instituciones y organizaciones se pueden hacer, pero hoy hago mi llamamiento a esos pequeños gestos del día a día que podemos hacer y que son los que contribuirán a cercar el coto de estos “individuos”, hasta su extinción. Gestos como no ver con normalidad que un joven trate como “propiedad” a una chica de unos 15 años, y que ésta lo vea como un gesto del amor que su pareja le procesa; gestos que nos hagan en estos casos, ser capaces de intentar hacer un movimiento o una frase para contribuir a que esto no se vea como normal, o a que poco a poco él vea que la gente lo rechaza y ella vea que eso no es amor. O un gesto, como no permitir que los niños en sus juegos diarios empiecen a tratar de una forma determinada o a utilizar un lenguaje machista o discriminatorio que pueda contribuir en un futuro a erróneas composiciones y formas de pensar machistas.

Porque en la educación, y en el saber que tenemos que invertir en ella y en prevención y en un trabajo a largo plazo, está la clave en la lucha contra esta gran lacra social.

Os dejo aquí una canción que me transmite energía y que contiene ese mensaje que no nos tenemos que cansar de decir en voz alta: Aquí estamos contigo, mujer. No estás sóla ni lo estarás nunca. Cada día seremos más. Rompe, acaba con esas lágrimas, y comienza a vivir, te lo mereces.