"El Pleno de Málaga rechaza declarar la ciudad zona tensionada de alquiler", esta es la triste noticia que muchas familias malagueñas conocieron la semana pasada. Una realidad que, por culpa del PP de Francisco de la Torre y con el apoyo de la extrema derecha, seguirá expulsando a miles de malagueños y malagueñas de la capital y ante la que los socialistas no vamos a permanecer de brazos cruzados.

En el último pleno en la capital propusimos una batería de iniciativas de cara a que el equipo de gobierno iniciara los trámites para declarar a la ciudad como zona tensionada de alquiler, en consonancia con las medidas que está llevando a cabo el ministerio de Vivienda para que todos y todas las familias puedan acceder a una vivienda asequible.

Pero en este camino hemos visto ya que no vamos a encontrar el apoyo del PP en el Ayuntamiento de la capital, como tampoco lo tendremos en la Diputación ni mucho menos con Moreno Bonilla de presidente de la Junta de Andalucía.

Por mucha ceguera que tenga la derecha, es necesario que se reconozca la existencia del grave problema habitacional que tiene no solo la capital, sino la mayoría de los municipios de la provincia, sobre todo los más grandes y, en especial, el área metropolitana. Es una situación dramática cuando más de 7.000 personas al año tienen que abandonar Málaga porque no pueden permitirse vivir en la ciudad ni siquiera de alquiler, recordemos que las mensualidades que se piden son 500 euros más al mes que el tope fijado por el ministerio y que el sueldo medio de una persona en Málaga es de poco más de 1200 euros. La falta de sensibilidad de De la Torre y de su equipo de gobierno es la misma que tiene Moreno Bonilla con la sanidad, o lo que es lo mismo, el que pueda pagarlo, que se lo pague, dejando a los pies de los caballos a miles de familias.

Es necesario, por tanto, que quien tiene las competencias, Moreno Bonilla, haga algo ante esta situación dramática y que ponga en marcha de manera urgente un plan de construcción de viviendas de protección oficial a precios asequibles en colaboración con las administraciones locales al igual que una línea de ayudas al alquiler que mitiguen el alza de los precios en nuestra ciudad y su área metropolitana.

Dada esta política de hechos consumados, vemos como la única esperanza ante la especulación inmobiliaria que sufre la capital que tienen miles y miles de malagueños es el impulso a la VPO que está llevando a cabo el gobierno de Pedro Sánchez en distritos como Teatinos o que Moreno Bonilla abra los ojos para que en Andalucía pueda aplicarse el Índice de Precios de Referencia para el Mercado del Alquiler.

Además, los socialistas hemos comenzado a marcar el camino hacia donde tiene que ir la solución en Málaga capital para llevar a cabo la regulación de las viviendas con fines turísticos mediante la modificación del PGOU para establecer unos numerus clausus o limitación de estos inmuebles por distrito que relacione el número de habitantes con la intensidad en la presencia de este tipo de alojamientos.

Pero que no quepa la menor duda de que no pararemos hasta que esta ciudad sea declarada zona tensionada por el aumento desmesurado de los precios del alquiler de vivienda, una medida ante la que el PP, junto a la extrema derecha, permanecen impasibles cuando en la capital es imposible encontrar ya viviendas asequibles. Como tampoco cejaremos en nuestro empeño para que haya una moratoria en la concesión de licencias de ocupación de viviendas con fines turísticos que frene su proliferación, una situación que está agravando, aún más, el aumento del precio de la vivienda.

Alimentando la espiral de elementos que provocan que en Málaga capital no se pueda comprar ni alquilar de forma asequible, De la Torre y el PP se han empeñado en acabar con el proyecto de vida de miles de malagueños, siendo colaboradores necesarios de que más de 50.000 persona nacidas en nuestra ciudad hayan tenido que abandonarla desde que él es alcalde.

Esta es la realidad de miles de malagueños hoy en día, porque las políticas del Partido Popular, o la inexistencia de ellas, les expulsa de su ciudad. Una realidad ante la que seguiremos luchando.