En el día de ayer el PSOE celebró en Málaga una jornada centrada en el problema de la vivienda, una situación que en la capital se ha vuelto dramática ante la imposibilidad de que tienen miles de personas que han nacido aquí para poder comprar en alquiler víctimas de la especulación.

A la falta de políticas públicas por parte de este equipo de gobierno se suma el hecho de que desde el PP se ha convertido a nuestra ciudad en un foco muy apetecible para aquellos que no buscan comprar para residir aquí, sino que lo ven exclusivamente como un producto de inversión que expulsa a los malagueños y malagueñas, más de 7.500 en los últimos dos años.

Ante estas cifras, muy reales, así como el hecho de que el principal problema que tiene Málaga es la falta de vivienda cuando vemos que no ha parado de subir, hasta un 30% en los últimos doce meses, no vamos a permanecer de brazos cruzados.

Lo hemos dicho alto y claro, si soy alcalde de Málaga a partir del 28 de mayo pondré en carga suelos en la ciudad para construir 10.000 VPO en la próxima legislatura. Junto a este compromiso tenemos otros palpables como los expresados ayer por mi compañera y ministra Raquel Sánchez, 1.300 nuevas viviendas en Teatinos, ayudas para poder bajar el alquiler o una nueva Ley de Vivienda que la convierta en uno de los pilares del Estado del Bienestar como ya hicimos desde el gobierno con la Dependencia.

Es importante que actuemos ya para afrontar este reto. Nos arriesgamos a ser un fracaso de ciudad si no vemos el problema de la vivienda, cuando la mayoría de inversiones van a parar a construcciones con fines turísticos o no se fomenta tampoco la colaboración público-privada para crear pisos protegidos.

Para quienes conocen Málaga sabrán que difícilmente una familia de Miraflores, mi barrio, puede pagar más de 800 euros por un piso de tres dormitorios. O una en Martiricos pagar al contado pisos que van de los 600.000 al millón de euros. Esa no es la Málaga amable, sostenible y acogedora en la que creemos los y las socialistas.

Con esa intención es con la que nos presentamos a las próximas elecciones municipales. Enfrente tenemos la nada, un modelo caduco que ha dejado las calles de esta ciudad, incluidas las del centro o las del Perchel en manos de quienes buscan lo mismo que buscaban los fondos buitre en Madrid: expulsar a las familias malagueñas de la que es su ciudad ante un equipo de gobierno impasible.

Frente a quienes han puesto una alfombra roja a la especulación en Málaga nosotros queremos futuro. Un futuro escrito por quienes han nacido aquí, por quienes se han criado aquí, por quienes trabajan aquí y quieren seguir viviendo en su ciudad.