BLOGOSFERA
Economía progresista
La economía es un elemento fundamental de nuestras vidas y según las políticas que se le apliquen puede provocar hechos tan dispares como incrementar la pobreza o aumentar el poder adquisitivo dependiendo del gobierno que esté al frente.
Si a eso le añadimos un contexto cambiante como el actual, con dos grandes generadores de crisis como han sido la pandemia, que provocó el cierre total de la producción no esencial, y la actual guerra de Ucrania, que se ha transformado en el aumento de los precios, notamos grandes diferencias según el partido que esté al frente. Y eso lo hemos visto en nuestro país en un periodo muy corto gracias a las medidas anticrisis llevadas a cabo por Pedro Sánchez, que distan mucho a lo que hizo Rajoy.
Así, al escudo social que ya he explicado en otros artículos en Málagactualidad, se suman ahora otros instrumentos clave no solo para fortalecer nuestra economía, que ha crecido un 5,5% pese a la inflación, sino para reforzar el poder adquisitivo con el aumento de las pensiones de nuestros mayores sin olvidar otros elementos como la subida del Salario Mínimo Interprofesional o las rebajas en el IRPF.
Porque todo este paquete de ayudas se han tomado, bajo la tutela de un ministerio de Hacienda que sí es sensible a la realidad que vivimos (no como en los tiempos de Montoro con el PP), con el único fin de no dejar a nadie atrás.
De esta manera, desde la pasada semana casi 300.000 pensionistas de la provincia, 110.000 en la capital, han visto como sus prestaciones han subido un 8,5% en el caso de las contributivas y hasta un 15% en las no contributivas. Hablamos de aumentos muy considerables si tenemos en cuenta que el tándem Rajoy-Montoro quiso fijar en el 0,25% su subida.
De no haber existido alternancia en el gobierno de nuestro país, un pensionista de Málaga habría cobrado de media más de 3.000 euros menos al año en 2023 porque los datos son claros: si en 2018 la pensión media malagueña era de 1.014 euros, en 2023 esa pensión ha subido hasta los 1.248 euros frente a los 1.026 en los que se habría quedado con el modelo del PP.
No veréis a los dirigentes ni a los gobiernos del PP hablar sobre esto, para ellos este tema no existe porque saben el daño que habrían provocado a nuestros mayores cuando la inflación, aún a pesar de subir menos en nuestro país, ha sido del 5,7% en el último año. O, explicado de otra manera, que su modelo no permitía que las pensiones subieran por encima del coste de la vida, aunque creo que no veremos a nadie del PP pedir disculpas por ello.
Que a Málaga le va mejor con políticas económicas de izquierdas y con un gobierno progresista es un hecho. Si nuestra provincia es foco de inversiones no solo en infraestructuras sino en la atracción de capital humano de talento es por la implicación directa de Pedro Sánchez en ello, solo hay que ver los anuncios de Vodafone, de GlobalLogic (Hitachi), para darse cuenta de ello. O que Málaga aspire a ser sede de la Expo 2027, candidatura defendida por el propio presidente del gobierno.
Frente a esto tenemos enfrente a gobiernos como el de la Junta que tiene la curiosa forma de apostar por Málaga relegándola al último lugar en los presupuestos autonómicos en inversión por habitante o perdonando impuestos a fortunas millonarias. Cuando Moreno Bonilla, malagueño, dice que ama Málaga resulta extraño, solo vemos proyectos paralizados, desmantelamiento de servicios públicos esenciales y, sobre todo, mucha propaganda.
Por eso hace falta economía de izquierdas, aquella que nos protegen a todos y no solo diseñadas para los que más tienen. Ese es el modelo en el que creemos y que seguiremos defendiendo. Y el modelo que aplicaré en la ciudad de Málaga como próximo alcalde a partir de mayo.