BLOGOSFERA
Cuando las urnas llaman lo mejor es acudir
Los andaluces estamos llamados a las urnas y ya que son las elecciones más importantes de las últimas décadas, lo mejor es acudir. No vaya a ser que otros decidan por nosotros nuestro futuro. Hay mucho en juego.
La transcendencia de estas elecciones viene dada porque es la primera vez en nuestra democracia que la extrema derecha puede determinar el gobierno andaluz y las políticas sobre la sanidad pública, sobre la educación pública, sobre el transporte público o sobre los servicios sociales. Sobre todo un sistema público. No es poca cosa.
Macarena Olona no deja el Congreso de los Diputados para venir de paseo a Andalucía, viene a coger poder, a ejercerlo y a que se note. Y a hacerlo desde su visión ultra liberal de lo económico, ultraconservadora de lo moral, ultranacionalista en lo territorial y populista intolerante en sus formas y medios, tratando como enemigos a quienes no piensen como Vox. Con todo lo que eso supone.
Conviene no llevarse a engaño por las consecuencias que supone cerrar los ojos ante la realidad, porque la realidad es muy terca y siempre llega a visitarte. Moreno Bonilla solo podría gobernar Andalucía con Olona. El PP ya nos ha demostrado con el ejemplo de Castilla y León que pactar un gobierno con Vox no le genera dilema moral ninguno. PP y Vox se presentan por separado pero dispuestos a gobernar juntos.
El dilema lo tenemos los andaluces. Quienes creemos que Andalucía somos mayoritariamente progresistas, con una visión abierta y tolerante de la vida en comunidad, defensora de unos servicios públicos de calidad y capaz de conjugar las grandes transformaciones de nuestra época con una forma de vivir y entender la vida única y arraigada, tenemos mucho que decir el próximo 19 de junio.
El futuro está por escribir y lo deciden los ciudadanos a través del voto en la urna. Y la decisión consiste en si queremos más y mejores servicios públicos en sanidad y educación o menos y de peor calidad. En si queremos más políticas de igualdad o menos políticas de igualdad. La decisión es si queremos un gobierno que crea en Andalucía como autonomía que rige su destino o un gobierno de derechas que nunca creyó ni cree en nuestra tierra. La decisión es si queremos avanzar en derechos y oportunidades para todos, o solo para quienes pueden pagárselo. La decisión es si queremos avanzar con el PSOE o retroceder con PP/Vox.
La decisión no es baladí. Lo que decidamos determinará la educación de nuestros hijos en los colegios y universidades, las citas médicas con nuestro centro de salud y especialista, la ayuda a la dependencia de nuestros mayores o el futuro de nuestros parques naturales y el litoral andaluz. Eso es lo que está en juego. Los socialistas andaluces liderados por Juan Espadas tenemos claro nuestro compromiso con una Andalucía sustentada en los pilares del estado del bienestar que es necesario reforzar, que avance con una política económica basada en los nuevos retos tecnológicos e industriales generadores de empleo de calidad, poniendo a los jóvenes en el centro de nuestras políticas y progresando para que la igualdad de mujeres y hombres sea cada vez más real y efectiva.
La decisión es nuestra, de los andaluces. El voto de un director de periódico vale lo mismo que la de un estudiante universitario. El voto nos iguala. Es la grandeza de la democracia. El voto del conjunto de los andaluces es para tomar una decisión: o gobierna el PSOE con Juan Espadas o gobiernan Olona y Bonilla. No hay más. Las urnas nos llaman. Y conviene acudir a su llamada para demostrar que somos más quienes queremos avanzar que quienes quieren retroceder.