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Daniel Pérez Morales

El derecho a conciliar


Mi artículo lo escribo hoy como padre, con la satisfacción que da poder estar disfrutando de los primeros días de vida de un recién nacido y con la responsabilidad de colaborar en el día a día de un hogar gracias al permiso por paternidad que, gracias al gobierno de Pedro Sánchez, se ha equiparado al de maternidad.

Lo que hoy es un derecho para muchos padres, entre los que me incluyo, no ha sido un camino fácil. Por eso es bueno hacer un poco de historia. Para los y las socialistas la conciliación laboral y familiar ha sido siempre una aspiración, un camino que no es nuevo ya que, por ejemplo, hasta 2007 ese permiso de paternidad era de tan solo dos días hasta que entró en vigor la Ley de Igualdad del gobierno de Rodríguez Zapatero, que lo extendió hasta los quince, y que en 2009, planificaba su extensión a un mes a partir de 2011. Pero este hecho no sentó nada bien a Rajoy como presidente ya que dejó sin efecto esta aplicación de la norma por falta de fondos cuando llegó a la Moncloa.

Lejos de abandonar nuestra aspiración, la lucha seguía incesante y ya en 2013, los y las socialistas nos comprometíamos a través del documento "Ganar el futuro con igualdad en Europa" que se debatió en la conferencia política en Sevilla, a equiparar el permiso de paternidad al de maternidad, siendo este último aún de un mes. En ese momento ya avisábamos de que las políticas neoliberales y ultraconservadoras que estaba llevando a cabo el PP ponían en riesgo no solo los avances que se habían logrado hasta el momento en materia de igualdad sino los que quedaban por lograr.

Esta visión ha sido confirmada con el paso del tiempo, constatando que los años de Rajoy han sido de los más oscuros para la consolidación de derechos y libertades en nuestro país por la crueldad de sus recortes. Aunque de esa herencia heredada por Pedro Sánchez ya renegó el defenestrado Casado y no creemos que sea reivindicada ahora por Feijoo, quizá intentando que todo quede en el olvido.

 

La igualdad es una palabra a la que si no se le dota de hechos y medidas no tiene sentido. Al PP le puede quedar muy bien en un discurso, pero por la vía de las políticas consumadas observamos que tiende a ponerla en peligro. Y no es una denuncia que solo hagamos los y las socialistas, sino todo el tejido asociativo feminista que, en menos de tres años en Andalucía con Moreno Bonilla al frente de la Junta, ha visto con es asfixiado por la falta de fondos que sin indispensables para realizar labores como la de asesoramiento y protección a las víctimas de la violencia de género. Una violencia machista que, cuyo término, por cierto, parece que no gusta ya no solo a la extrema derecha sino también a algunos consejeros como el de Salud.

Volviendo al documento socialista de 2013, que invito a consultar, también se hablaban de otros logros ahora ya conseguidos como son la universalización de la educación de 0 a 3 años, el respeto a los derechos de conciliación a través de una reforma laboral o el desarrollo del Estado del Bienestar con servicios de atención a las personas dependientes, entre otros. Y mencionaba retos pendientes en los que sigue trabajando este gobierno como la lucha contra la desigualdad de hombres y mujeres, la revisión de un sistema fiscal desde la perspectiva de género o la recuperación de políticas de empleo específicas para mujeres. Retos que, sin duda, marcan el día a día de nuestra acción política pero que necesitan de la colaboración y la lealtad institucional de otros gobiernos como el de la actual Junta de Andalucía, que ya ha demostrado que está más centrado en sus intereses como partido que en el de la ciudadanía.

Reivindicando el derecho a conciliar, los y las socialistas no hacemos otra cosa que reforzar nuestro compromiso con un feminismo que siempre ha estado en el centro de nuestras políticas. Que ahora se de por hecho y nadie discuta de la necesidad de que existiera la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad solo nos refuerza en nuestros postulados para seguir trabajando en los logros que quedan por conseguir. Mientras tanto, seguiremos viendo como, para la derecha, la igualdad es solo una palabra que sirve para engalanar discursos vacíos mientras se aferra a la mano de una ultraderecha que quiere acabar con ella.

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos