BLOGOSFERA

Miguel Ángel Heredia Díaz

Pactando con la ultraderecha


Desde el primer momento, el PP blanqueó a la extrema derecha. Hay que recordar que Moreno Bonilla fue el primero en toda Europa en buscar un acuerdo con ellos. Aseguraron que sentarse a negociar y pactar con Vox no era tan malo.

Más tarde, Casado se manifestó junto a ellos en la plaza de Colón y poco a poco, elección tras elección y con el beneplácito del PP, Vox fue creciendo en número de votos y ahora, por primera vez, les van a permitir entrar en un gobierno, el de Castilla y León.

Feijóo ha seguido el mismo camino que Casado. El PP ni en la pandemia, ni en el apoyo a los fondos europeos para nuestro país ni tampoco ahora en la guerra, ha apoyado nunca al Gobierno. La reciente intervención de la todavía portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, dejó muy clara la deriva cada día mayor de su partido hacia la derecha más extrema.

Pero el PP, con su nuevo líder gallego, ha dado un paso más en el camino abierto por Moreno Bonilla al abrazar la radicalidad de la extrema derecha. Con el pacto en Castilla y León, el PP demuestra que ni es moderado ni es de centro, lo que es en realidad es muy de derechas.

Esta comunidad será la primera región europea gobernada por la extrema derecha. Hasta el presidente del PP europeo ha desaprobado el pacto y ha asegurado que este acuerdo es una “capitulación” y que confía en que sea “un accidente” y no una tendencia” y ha llegado a afirmar que para él “ha sido una sorpresa triste”.

No está claro aún qué consejerías les darán a Vox, lo que sí está claro es que ello supondrá en cualquier caso un importante recorte en derechos y un retroceso en libertades, sobre todo los de la mujer. Y es llamativo también que este partido que está en contra de las autonomías no tenga problema de ningún tipo para entrar a gobernar en ellas. Todo sea por los sillones.

Es bueno recordar en este punto que la extrema derecha ha votado en contra de la subida de las pensiones para nuestros mayores y en su programa electoral propuso desmantelar el sistema público de pensiones. Ellos defienden planes de pensiones privados, es decir, el que tenga dinero tendrá pensión, pero ¿y el que no lo tenga?

Tampoco creen en la educación pública. Son más de favorecer la educación privada y de reducir las ayudas y las becas para el estudio. Los hijos e hijas de los ricos no tendrán problema para seguir estudiando, pero ¿y los de los que no son tan ricos? ¿Podrán ir a la universidad? Por cierto, también se oponen a que bajen los precios de los alquileres, dificultando así el acceso de los jóvenes a una vivienda.

Vox no defiende tampoco una buena sanidad pública y de calidad, ellos son más de seguros privados, así los que tienen dinero para pagárselos no tendrán problemas para estar atendidos, pero ¿y los que no lo tienen? ¿Qué pasará con ellos?

Vox también votó en contra de la subida del Salario Mínimo Interprofesional, no quieren que dos millones de trabajadores en nuestro país mejoren su capacidad para llegar a fin de mes. Además, recurrieron al Constitucional la reforma laboral, ellos son de menos derechos para los trabajadores, más horas de trabajo y salarios más bajos.

Pronto empezaremos a verlo en Castilla y León, y después querrán aplicarlo en Andalucía. Moreno Bonilla fue el primero que se abrazó a Vox y querrá volver a repetirlo en las próximas elecciones andaluzas. Su prioridad, su única prioridad es mantener el sillón a cualquier precio, aunque para ello ponga en riesgo derechos y libertades en Andalucía.

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos