El gobierno liderado por Pedro Sánchez ha vuelto a dejar claro su compromiso con los avances sociales aprobando la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 950 euros, una medida que será efectiva en menos de un mes y que sigue en la senda de dar la dignidad y la justicia a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país que Rajoy les arrebató con su reforma laboral.

Esa es una realidad que nunca va a ser aceptada por la derecha, menos por la que hoy gobierna en Andalucía de la mano de Ciudadanos, partido en declive, y Vox, ahora convertido en fuente ideológica para muchos de los dirigentes del PP. Lejos de ver la subida del SMI como un paso más para acabar con la precariedad laboral, desde el gobierno de Moreno Bonilla y de Marín no se tiene el más mínimo sonrojo de achacar a esta medida efectos como la subida del paro que nos ha dejado el pasado mes de enero. Sí, a la misma medida que entrará en funcionamiento en breve, olvidándose del daño que están haciendo los recortes o la inacción que desprende su gobierno semana a semana.

Porque tal es la incapacidad de Moreno Bonilla, de Marín y de todo el gobierno regional, que se siguen utilizando los fuegos y artificios en certámenes como FITUR para no asumir que se ha abandonado al sector turístico dejando de lado el impulso a medidas que permitan que se mantengan cotas de excelencia y competitividad frente a otros destinos, así como a seguir luchando contra la estacionalidad.

En el día a día de San Telmo vemos cómo la gestión de la Junta se ha centrado solamente en la política de titulares y en el cortoplacismo mientras en Málaga todavía esperamos un plan de empleo tan exigido como necesario. También es hora ya de que el gobierno de las derechas se centre en modernizar nuestro tejido productivo, sobre todo cuando la provincia, de ser locomotora económica en Andalucía, ahora ha perdido 9.200 puestos de trabajo en el pasado mes de enero, el peor dato de los últimos 10 años.

Lo único que sabemos a ciencia cierta es que, en Andalucía, Moreno Bonilla se ha olvidado también de su promesa de crear 600.000 empleos en esta legislatura. De ser la Comunidad Autónoma que lideraba la creación de empleo con el PSOE en el gobierno ahora tenemos más de 800.000 parados. Pero esa es parte de la misma realidad a la que ni PP ni Ciudadanos quieren mirar de frente (no esperamos nada de Vox en ese aspecto), tirando por tierra muchos años de esfuerzo.

Por eso, ante los efectos que padecemos por esa realidad de recortes, las únicas buenas noticias a la ciudadanía las está dando un gobierno de coalición en Madrid que ha subido las pensiones a nuestros mayores, que ha incrementado el salario de los funcionarios y que, ahora, cumple con los trabajadores y trabajadoras de nuestro país subiendo el SMI. Una justa reivindicación que nos sitúa entre los 10 primeros puestos de los países de nuestro entorno europeo, por muy ciega que se mantenga la derecha.