España necesita un Gobierno fuerte y estable y una legislatura de cuatro años para afrontar con solvencia los desafíos que tenemos por delante

El bloqueo político que se prolonga ya durante varios meses es hoy el principal problema de España. De este bloqueo sólo se sale votando, con una participación masiva el próximo 10 de noviembre. España necesita un Gobierno fuerte y estable y una legislatura de cuatro años para afrontar con solvencia los desafíos que tenemos por delante.

Los socialistas tenemos claro cuáles son las prioridades de la próxima legislatura y cuáles las reformas estructurales necesarias para seguir avanzando con estabilidad, crecimiento económico y fortalecimiento de nuestro Estado del bienestar. En primer lugar, la creación de empleos dignos, la lucha contra la precariedad y la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores, así como la reforma del sistema público de pensiones, para garantizar unas pensiones justas, que mantengan su poder adquisitivo, y su sostenibilidad futura. En segundo lugar, la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, avanzando hacia la erradicación de todo tipo de violencia contra las mujeres y de cualquier brecha laboral y salarial.

En tercer lugar, la emergencia climática y la necesaria transición ecológica de nuestra economía, que debemos abordar de manera justa, aprovechando las enormes oportunidades de inversión y empleo que genera. En cuarto lugar, la revolución tecnológica, que implica aprovechar las ventajas que ofrece la digitalización y hacer frente a la pérdida de empleos por la robotización. En quinto lugar, el fortalecimiento del Estado autonómico y la máxima cohesión territorial. Y en sexto y último lugar, un mayor protagonismo de España en Europa, para contribuir a la consolidación de nuestros valores, dentro y fuera de las fronteras europeas.

Para desarrollar estas prioridades programáticas es imprescindible desbloquear la situación política y que haya un Gobierno en nuestro país. Por eso, es tan importante una gran movilización el próximo 10 de noviembre. Y por eso el candidato socialista y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha propuesto que si después del 10-N no hay acuerdo sobre la formación de un Gobierno, se deje gobernar a la lista más votada.

El resto de fuerzas políticas han hecho oídos sordos a esta propuesta del presidente en funciones, que es por ahora la única sensata para asegurar el desbloqueo después de las elecciones. La derecha no sólo mira para otro lado ante esta situación de bloqueo que ellos mismos han provocado, sino que estamos viendo cómo el PP ha puesto en marcha una campaña de ‘fake news’ para alentar la abstención y desmovilizar el voto de izquierdas. La abstención no desbloquea la situación política que sufre este país, la perpetúa. La abstención no revaloriza las pensiones, ni sube el Salario Mínimo Interprofesional

(SMI) ni amplía los derechos sociales.

Con todo, lo peor de la derecha no es que se haya agarrado como un clavo ardiendo a la abstención, lo peor es que PP y Ciudadanos han unido su destino al de la ultraderecha. Hemos escuchado a lo largo de esta campaña a dirigentes de Vox decir que quieren ilegalizar a formaciones políticas democráticas, que quieren acabar con las comunidades autónomas o derogar la ley de Violencia de Género mientras que los dirigentes del PP y Ciudadanos callan.

Aquí en Andalucía poco nos sorprende que PP y Ciudadanos se presenten como una derecha cobarde ante la ultraderecha de Vox porque, por desgracia, es lo que ocurre a diario en nuestra tierra. La extrema derecha que divide, quiebra la convivencia, enfrenta y genera odio campa a sus anchas porque sus votos son imprescindibles para que PP y Ciudadanos estén en el Gobierno andaluz. Por eso aquí cuando la ultraderecha señala a los trabajadores que atienden a las víctimas de la violencia machista, a los profesores que educan en igualdad o protagoniza actos lamentables como el organizado a las puertas de un centro de atención a menores extranjeros no acompañados, la derecha de PP y Ciudadanos también calla.

El próximo 10 de noviembre tenemos una doble oportunidad que no podemos desaprovechar. Por un lado, la oportunidad de romper el bloqueo que sufre nuestro país y poner en marcha las medidas estructurales que necesita con un Gobierno fuerte, estable y progresista. Por otro, la oportunidad de defender una España diversa, plural, tolerante, feminista y democrática, de dar un portazo a la España en blanco y negro que dejamos atrás hace 40 años y que la ultraderecha quiere rescatar con la complicidad de las derechas.

Para ello, necesitamos una movilización masiva de toda la ciudadanía y concentrar el voto en el PSOE: es la única opción para que este país salga del bloqueo y avancemos. Es la única forma para que España tenga un Gobierno fuerte, estable, que nos permita construir la convivencia y las políticas sociales en beneficio de todos los españoles, que nos una frente a los que intentan separarnos o frente a aquellos que quieren volver al pasado.

El 10-N los malagueños y las malagueñas deben elegir entre dos opciones: votar al PSOE para que se pueda formar Gobierno en España o votar al resto para seguir con el bloqueo. Concentremos el voto en el único partido que garantiza un Gobierno fuerte, estable y progresista. Un Gobierno fuerte sólo es posible con un PSOE más fuerte. Hagámoslo. Ha llegado el momento. Ese momento es ahora. Ahora sí. Ahora PSOE.