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José Luis  Ruiz Espejo

Un cambio a peor para Málaga


Unos presupuestos andaluces que nos sitúan a la cola de las inversiones. Unas decisiones que conllevan la parálisis de los proyectos estratégicos de la Junta en Málaga, como la ampliación del metro o la construcción del nuevo hospital. Un deterioro de nuestros servicios públicos que se ha traducido en protestas en las calles de alumnos, profesores y personal sanitario. Una pésima gestión en una crisis alimentaria como la de la listeria que ha dejado decenas de afectados y un grave daño en nuestra industria cárnica. Ocho meses después podemos constatar que el autodenominado Gobierno del cambio en Andalucía ha supuesto un cambio a peor para Málaga.

El primer presupuesto de las derechas y la extrema derecha en Andalucía envió a nuestra provincia a la cola de las inversiones por habitante. Colocó a Málaga en el puesto número siete de las ocho provincias andaluzas, algo que, por otro lado, ha sido habitual cuando ha gobernado la derecha en España. Lo más preocupante de la falta de compromiso presupuestario en inversiones estratégicas es que esto supondrá un año perdido para nuestra provincia.

¿Por qué se han podido continuar la obra del metro hasta la Alameda? Porque un gobierno socialista había impulsado esta actuación mediante la redacción del proyecto, la financiación del mismo, la licitación y adjudicación e iniciado la ejecución de la obra. Sin embargo en estos presupuestos no hemos visto recogida la financiación para la continuidad de este proyecto ni hasta el Hospital Civil (ni en superficie ni soterrado) ni la extensión hasta el PTA. En los últimos días, la Junta ha descartado llevar el metro al PTA, la gran promesa de Moreno Bonilla en campaña, convertida ya en la gran mentira. Ahora parece que el Ejecutivo se debate entre llevarlo al Hospital Civil o a La Malagueta. En cualquier caso, cuando se recoja en un futuro presupuesto, esta indecisión y falta de compromiso supondrán meses y años perdidos para resolver las necesidades de Málaga y, por consiguiente, la pérdida de inversiones y nuevas oportunidades en nuestra provincia.

Pero son más los incumplimientos en materia de infraestructuras de carreteras, sanitarias, educativas, judiciales, hidráulicas o culturales en estos meses en Málaga que hemos constatado, tanto en el presupuesto como en el rechazo a las mismas en forma de enmiendas por PP, C'S y Vox en el Parlamento. La derecha no solo ha olvidado muchos de los proyectos sanitarios que abanderó desde la oposición sino que ha frenado irresponsablemente las actuaciones que el anterior gobierno socialista venía impulsando en nuestra provincia.

Entre ellas destaca el sainete en torno al tercer hospital de Málaga. El Gobierno de PP y Ciudadanos se está riendo de los malagueños: han conseguido paralizar definitivamente el proyecto del nuevo hospital y, lo más grave, han dinamitado el consenso de colectivos, profesionales, y ciudadanía sobre la ubicación en los terrenos del Hospital Civil. Además, se han descartado el CHARE en la zona Este de Málaga y El Palo, el de Mijas y Fuengirola y las mejoras en el de Benalmádena, y se ha rechazado la construcción de nuevos centros de salud en diversos municipios además de ignorar la ampliación de servicios de urgencias planificados en Churriana, Álora o Manilva.

Por no hablar de los planes de choque en las listas de espera que lo que han conseguido es aumentar en casi 16.000 pacientes más las lista de primera consulta de especialista o fracasar en el primer plan de verano que ha supuesto el cierre de camas, quirófanos y falta de profesionales. Un absoluto fracaso.

Junto a la sanidad también la educación es la gran olvidada por este Gobierno que no ha iniciado ni una sola infraestructura nueva de centros educativos, ya sean de Primaria, Secundaria o Formación Profesional. ¿Dónde quedan las reivindicaciones de la derecha en materia educativa? ¿Qué piensan hacer con las reclamaciones de padres y madres?

El curso escolar se ha iniciado con cierre de líneas educativas, despidos de profesores y un desastre de gestión por parte del gobierno de la derecha en Andalucía que ha provocado las protestas de la comunidad educativa. El gobierno andaluz no ha comenzado ni una sola obra en la provincia de Málaga en lo que llevamos de 2019. Sólo se han puesto en servicio las obras que puso en marcha el anterior ejecutivo socialista en Rincón de la Victoria o Teatinos. Pero nada sabemos de las más de 20 obras necesarias en distintos municipios que ni se han iniciado ni figuran en el presupuesto.

En materia hidráulica sólo han continuado la ejecución de las obras ya iniciadas como la EDAR y Colectores del bajo Guadalhorce (Coín, Álora y Pizarra) pero ni un solo compromiso más iniciado o recogido en presupuesto para la provincia que necesita el impulso en depuración y abastecimiento. 

Proyectos como la transferencia de agua desde Iznájar para hacer frente a la sequía en la comarca de Antequera precisan de un liderazgo del Gobierno andaluz que no vemos por ningún lado.

Y en otras materias como la judicial comprobamos el abandono de proyectos de construcción de infraestructuras en municipios como Torremolinos, Marbella o Torrox, a la vez que se deja en el camino un proyecto clave como el del convento de La Trinidad en materia cultural al que de forma irrisoria se destinan 9.000 euros en el presupuesto de 2019, misma cantidad que a la remodelación del despacho del ex secretario general de cultura, Fernando Francés, que, vaya casualidad, ha dimitido tras las denuncias de falta de transparencia en sus posibles incompatibilidades.

Y por último, aunque no menos importante, en Dependencia el resultado del plan de choque ha sido el aumento de sólo 76 personas atendidas en la provincia, incrementándose al mismo tiempo la lista de espera. Un resultado insuficiente para tanta propaganda. O vemos cómo en materia de Igualdad se blanquea la violencia machista o se pone en cuestión el papel del IAM, que fue pionero en España y que desde Málaga vamos a seguir defendiendo en sus funciones y su contribución a los avances en la lucha contra la violencia de género.

Estamos asistiendo a un deterioro paulatino de nuestros servicios públicos en sanidad, educación, igualdad y dependencia. Ese deterioro es claramente previo al desmantelamiento de esos servicios públicos y a su privatización. Esa es siempre la hoja de ruta de la derecha cuando gobierna. Por eso en pocos meses este gobierno del PP, C'S y Vox ya tiene contestación en la calle: huelga de ambulancias, denuncia de profesionales sanitarios ante la Fiscalía, docentes de Educación Primaria manifestándose o de las escuelas infantiles.

El cambio ha sido una estafa para esta provincia. No solo no hemos avanzado en un solo proyecto nuevo, sino que como hemos visto, se han descartado otros muy importantes. Málaga y Andalucía han salido perdiendo con el gobierno de las derechas. Hoy tenemos en nuestra tierra un gobierno inestable lastrado por más de media docena de dimisiones y un gobierno incapaz de gestionar una crisis como la de la listeriosis que ha dejado decenas de afectados.

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos