Pues ya se terminó un año más la que iba a ser nuestra habitual y magnífica Semana Santa y que finalmente acabó convirtiéndose en la Semana del Caos, una Semana que no ha dejado a nadie contento e indiferente, ni a las personas que tenían sillas ni a las que no las tenían, unos por el desorden y la improvisación en su colocación, ubicación, iluminación, etc y otros porque no han podido acercarse a sus imágenes como se viene haciendo desde tiempos inmemoriales.

Ha sido lamentable ver como la disposición de vallas y cortes de calles establecida en esta Semana Santa ha impedido a muchos de nuestros vecinos y vecinas de Málaga así como a multitud de visitantes disfrutar de nuestras procesiones. Si algo tiene nuestra Semana Santa es el afán de acercar a nuestras Vírgenes y Cristos a las personas que así lo desean y en esta ocasión hemos conseguido exactamente lo contrario: alejar a los malagueños y malagueñas de sus tronos.

Lo anterior se ha hecho además con unas vallas de dudosa estética que recordaban más a las de la vuelta ciclista que a las propias de un desfile procesional, produciendo unas imágenes de personas “enjauladas” que han provocado una auténtica vergüenza. Si a esto le sumamos las tribunas del tipo “Formula Uno”  de la Alameda / Plaza de la Marina con unas lonas traseras que impedían toda visión, el resultado ha sido nefasto. 

Podríamos hablar también, dentro de este caos, del abuso al que se ha visto abocada nuestra policía local, llegando en algunos casos a trabajar durante 24 horas seguidas con el consiguiente peligro para su salud y para nuestra seguridad como ciudadanos.

En definitiva, desde el Grupo Socialista exigimos una mejor organización de la misma y que se cuente con los malagueños y malagueñas, la Semana Santa es nuestra y nadie tiene derecho a hurtárnosla.