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Málaga y el riesgo de inundaciones
Cada poco tiempo, la ciudad de Málaga se enfrenta a lluvias intensas que provocan inundaciones en buena parte de la ciudad. Uno de cada tres malagueños, es decir, más de 200.000 ciudadanos y ciudadanas, según el propio Ayuntamiento de Málaga vivimos en zonas potencialmente inundables sin que se salve ninguno de los once distritos municipales por este riesgo.
Tras casi 23 años de gobierno del PP en el Ayuntamiento no se ha hecho casi nada en esta materia. No se han acometido las obras verdaderamente importantes para acabar con las inundaciones en nuestra ciudad. Zonas inundadas que son sobradamente conocidos como los polígonos industriales del entorno del Guadalhorce, la zona de Alaska, las avenidas de Europa y Andalucía, el Limonar, Pedregalejo, el Tarajal, Churriana, Campanillas, Santa Rosalía, la nacional 340 junto al aeropuerto y así más de una veintena de puntos negros en nuestra ciudad.
Hay que meter tuberías nuevas más grandes, con mayor capacidad de carga, sustituyendo las antiguas de hace 50 o 60 años claramente insuficientes. El 45 % de la ciudad todavía no tiene red de alcantarillado para recoger el agua de lluvia. Todavía tenemos tuberías unitarias donde el agua del saneamiento y de lluvia son vertidas por aliviaderos a los arroyos de toda la ciudad o al propio río Guadalmedina cada vez que llueve. Hay que hacer un plan anual para mantener la red de alcantarillado y también limpiar los cauces de los arroyos de toda la ciudad y reforestar los montes en los alrededores de nuestra ciudad que en buena parte son del propio Ayuntamiento de Málaga.
Desde hace años el Grupo Socialista en el ayuntamiento de Málaga venimos exigiendo al PP que adopte medidas de defensa de inundaciones en la ciudad para hacerla más segura para las personas y nuestros bienes. Ya está bien de malgastar millones en obras chapuceras de lavado de cara como en la plaza de la Merced, calle Montaño y Madre de Dios o el Campamento Benítez, donde se tiraron millones de euros en obras a meses de las elecciones municipales y que ahora tienen que volverse a hacer, pagándolas doblemente los ciudadanos, mientras Málaga se inunda.