Hace un año, el PSOE de Málaga dijo sí a un tiempo nuevo. Hoy se cumplen 365 días desde el Congreso Provincial Extraordinario celebrado en Torremolinos y en el que una amplia mayoría de los y las representantes del partido en la provincia apoyaron la dirección provincial que tengo el honor y la responsabilidad de encabezar. Un grupo de hombres y mujeres representativo de toda la provincia y con un fuerte carácter municipalista.

Por primera vez en la historia de nuestro partido fueron los y las militantes de la provincia de Málaga quienes, con su voto directo, eligieron al secretario general. Algo que atesoro con satisfacción y con mucha responsabilidad.

Hoy quisiera echar la vista atrás y hacer balance. Y el resultado, si me lo permiten, creo que es positivo. Creo firmemente que hemos caminado en nuestro principal propósito: construir una Málaga más socialista. Queda mucho por hacer, sí, pero los frutos del esfuerzo empiezan a ser una realidad.

No hemos parado en nuestro esfuerzo de impulsar, reforzar y potenciar pilares fundamentales del ideario socialista, con la defensa de los trabajadores y las trabajadoras como eje principal y de forma conjunta con los sindicatos y organizaciones progresistas, de forma muy especial con la organización hermana UGT; al igual que hemos profundizado en la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres o en la defensa de la diversidad y del colectivo LGTBI.

También fue y sigue siendo uno de nuestros propósitos luchar por mantener viva nuestra memoria histórica y democrática, y en esta línea, reconocer y aprovechar el talento y el conocimiento de la militancia socialista más veterana en nuestra provincia. Un Partido Socialista implicado en la formación, en el impulso a la juventud y a sus oportunidades, en la cultura que nace en nuestra tierra, en el cuidado de nuestro entorno y, sobre todo, en la defensa y mejora de los servicios públicos que desde lo público prestamos a la ciudadanía.

En Andalucía, el Gobierno socialista de Susana Díaz ha blindado y garantizado, en los años más duros de la crisis, el mantenimiento de la educación, la sanidad o la dependencia como derechos inquebrantables de la ciudadanía a través de un sistema público y de calidad apoyado en un engranaje de excelentes profesionales en nuestra tierra. Todo ello a pesar de tener enfrente a un Gobierno del PP que durante años ha machacado y marginado a Andalucía y, por ende, a Málaga.

Pero las cosas han cambiado, y lo han hecho para bien. Cuando en España hay un Gobierno del PSOE, a nuestra tierra le va mejor. Y en este sentido no podemos quedarnos sólo en titulares llamativos sobre infraestructuras y grandes obras. Y es que en pocos meses el Gobierno socialista de Pedro Sánchez ha dado literalmente la vuelta a la realidad de los españoles y españolas. Se abre así un horizonte de recuperación de derechos, de libertades y de un Estado del Bienestar devastado por las políticas de la derecha.

Una derecha a la que el cambio de Gobierno ha dejado descolocada y que está protagonizando una penosa pelea de gallos al tiempo que da la espalda a lo que se requiere de la oposición, que es ofrecer propuestas desde la responsabilidad y buscando el bien social. Fruto de esta insensatez, PP y Ciudadanos han convertido a Andalucía en su campo de batalla ante el ciclo electoral que afrontamos y que tiene en nuestra tierra el primer escenario con las elecciones andaluzas del próximo 2 de diciembre.

A día de hoy, el único partido que ha demostrado tener un proyecto nítido y responsable para Andalucía es el PSOE. Los y las socialistas de Málaga nos hemos comprometido con la gente a que nuestra campaña no vendrá tutelada por nadie, que centraremos nuestras ideas en Andalucía, la comunidad más poblada de España y garantía de la cohesión territorial en nuestro país. Aspiramos a renovar la ilusión para seguir construyendo la mejor Andalucía.

Nuestra tierra merece un debate propio y que se hable bien de ella. Y merecemos abrir un nuevo tiempo en el que la estabilidad nos permita continuar en la senda del crecimiento económico, la creación de empleo y la recuperación de derechos para la gente. La ciudadanía no entendería que éste no fuese nuestro principal propósito.

Por todo ello, este primer año de trabajo de la actual dirección del PSOE en la provincia de Málaga debe servirnos para coger el impulso necesario que nos lleve a construir en este primer paso una Andalucía mejor, que pasa necesariamente por dibujar, en beneficio de la gente, una Málaga más socialista. Es nuestro propósito, nuestro compromiso y nuestra meta.