El PSOE pide una auditoría de gestión del servicio realizado en el Zoosanitario Municipal de Málaga ante las quejas de los colectivos animalistas
Su portavoz municipal, Daniel Pérez, ha denunciado que una media de 26 perros al mes son sacrificados en este centro, incrementándose el sacrificio desde el 36% hasta el 40,4% en solo un año, y hasta el 61% en el caso de los gatos. Son datos inaceptables que ponen de relieve que el Ayuntamiento está destinando más dinero en quitar la vida de los animales que en esterilizarlos
El PSOE en el Ayuntamiento de Málaga ha pedido al Área de Sostenibilidad Medioambiental la puesta en marcha de una auditoría de gestión del servicio realizado en el Zoosanitario Municipal de Málaga. Así diversos colectivos animalistas han mostrado su preocupación por el trato dispensado a los animales que llegan al centro que, en pocas semanas, están presentando síntomas de enfermedad y falta de higiene.
Su portavoz municipal, Daniel Pérez, señala que de acuerdo con la Ley de Protección Animal de Andalucía, los ayuntamientos son los competentes en materia de recogida y transporte de los animales abandonados y perdidos en su término municipal, así como de la disposición de instalaciones adecuadas para albergarlos cuando sean recogidos en la vía pública o entregados por sus dueños. Sin embargo parece que la gestión que se está realizando en el Zoosanitario de Málaga es muy deficitaria.
Por ello, añade este dirigente, es de vital importancia la realización de una auditoría externa para evaluar la idoneidad de los servicios prestados a los animales que se encuentran en el refugio, entre los que se incluyen la identificación de perros y gatos en el Registro Municipal de Animales de Compañía, su mantenimiento con los cuidados higiénicos oportunos, la prevención y eliminación de enfermedades o la correcta alimentación.
De acuerdo con los datos facilitados por el Área de Sostenibilidad Medioambiental en 2017 entraron en el Zoosanitario Municipal un total de 1.195 perros, de los cuales 483 fueron sacrificados, lo que supone una media de 26 perros al mes, con un incremento desde el 36 por ciento hasta el 40,4 por ciento entre 2016 y 2017, y hasta el 61 por ciento en el caso de los gatos. Son datos inaceptables que ponen de relieve que el Ayuntamiento está destinando más dinero en quitar la vida de los animales que en esterilizarlos, critica.
Es una desfachatez que el Partido Popular y Ciudadanos hablen de Málaga como ciudad de sacrificio cero y al mismo tiempo se nieguen a incluirlo en la ordenanza municipal tal y como hemos defendido desde el Partido Socialista, incide el responsable socialista.
Por su parte la concejala socialista responsable del Área de Sostenibilidad Medioambiental, Begoña Medina, ha manifestado que en la moción que presentarán en la Comisión de Pleno de Sostenibilidad Medioambiental van a pedir la apertura del Zoosanitario Municipal los domingos y festivos para conseguir una mayor posibilidad de los animales alojados en el centro.
No tiene sentido que se realicen campañas destinadas a fomentar la adopción de perros y gatos si no se ve acompañada con la apertura del Zoosanitario durante los fines de semana y la disposición de un veterinario para poder realizar la adopción de las mascotas, apunta Medina, que recalca la necesidad de que el Ayuntamiento haga una política de cuidado de los animales que son recogidos o abandonados.
Esta concejala ha contrastado los datos cosechados por la Protectora de Animales y el Zoosanitario de Málaga. Mientras que en el primero de los casos, con menos recursos económicos, se está consiguiendo el 90 por ciento en el caso de los perros, el Zoosanitario ni siquiera llega al 36%. Los 40.000 euros invertidos en comprar alimentos por parte de la Protectora frente a los 22.000 euros en el caso del Centro Zoosanitario o los 78.000 euros de inversión de la Protectora en medicamentos por los 18.000 euros del Zoosanitario son otros ejemplos más de la falta de conciencia animalista de este equipo de gobierno.
Por último Medina ha puesto de manifiesto casos como el de Tano, un perro que entró sano al Zoosanitario y allí cogió una enfermedad. Tuvo que ser una voluntaria del Centro la que se hiciera cargo de él, lo llevara a una clínica para que lo intervinieran y recaudó 375 euros para poner sanarlo, logrando posteriormente su adopción. Si no llega a ser por esta persona, Tano estaría engrosando las listas de perros sacrificados en el Zoosanitario.