Ha nacido una nueva RTVE para adaptarse a la realidad de nuestro tiempo.
Emelina Fernández destaca que la Radiotelevisión española ha vivido últimamente grandes acontecimientos que han supuesto un histórico paso adelante para el futuro de la radiotelevisión pública en nuestro país.
La promesa de regenerar el Servicio Público de RTVE que en su día hizo el actual Presidente del Gobierno acaba de concretarse con la aprobación de la nueva ley de RTVE y con la entrada en vigor de la ley que establece la eliminación de la publicidad de la televisión pública en nuestro país.
La nueva Corporación está dotada de autonomía y disfruta de solvencia económica, al carecer de endeudamiento (una vez asumida la deuda de más de 7.500 millones de euros, acumulada durante los años del PP fruto de la mala gestión), lo que le permitirá cumplir con la obligación encomendada de gestionar sus recursos con eficiencia y eficacia, como corresponde a un servicio público moderno y dinámico dispuesto a responder a los retos televisivos del siglo XXI.
Nos hemos dotado de una nueva radiotelevisión pública que no había sido modificada desde 1980, cuando se aprobó el Estatuto de RTVE, y que, por tanto, no se había adaptado a los grandes cambios que han ido transformando radicalmente el panorama audiovisual en España.
La nueva Corporación ha nacido con el objetivo de adaptarse a la realidad televisiva de nuestro tiempo, garantizando la provisión de un servicio público moderno, democrático y desgubernalizado y, al mismo tiempo, se ha dotado de una gestión eficiente que impida el endeudamiento del pasado.
Es importante destacar que la nueva Corporación mantendrá la estructura territorial necesaria para la adecuada prestación del servicio público que provea de contenidos regionales a la realidad estatal y desarrolle la cohesión y vertebración interterritorial.
Se trata, en definitiva, de unos cambios legales y de concepción del servicio público televisivo para que TVE, la televisión de todos los españoles, informe, forme y entretenga garantizando la pluralidad y los derechos de todos los ciudadanos y fortaleciendo así la democracia que constituye la base del bienestar social.