Cuaderno de campaña

Hoy con mis vecinos de siempre, con mis familiares y con los militantes y simpatizantes, en una fiesta al aire libre, en mi plaza de siempre, en Legatinos, estamos todos juntos. La paella no llega para todos y hay que hacer más. La gente come, conversa y ríe. Estoy encantado de ver lo que veo y me siento orgullo de haber llegado hasta aquí. El trabajo político no es fácil y el sacrificio en tiempo y esfuerzo solo lo puede reconocer el que lo ha hecho y su familia. Yo he tenido suerte en ese sentido. Tanto mis padres como ni hermano y mi mujer lo han entendido y han sido el firme soporte de esta carrera. Yo no vengo apadrinado por nadie, ni tengo fortuna personal por nacimiento o por matrimonio. Soy el primero de mi familia que ha llegado a la universidad, trabajando a la vez que estudiaba. Aprobé unas duras oposiciones a profesor y mi concienciación política me ha llevado a la militancia. He de decir que soy secretario general de mi partido en Marbella y que me siento más orgulloso de ello porque fui propuesto por mis compañeros. Ellos me dijeron que yo era el adecuado para ello por mi esfuerzo, dedicación y voluntad. Me sentí entonces ruborizado pero comprendí que no podía decepcionarlos. Ahora me pesa una tremenda responsabilidad que se me acentúa al ver las caras que mis vecinos y compañeros. No puedo decepcionarlos. Debo de vencer el cansancio de una campaña tan densa y mirar hacia adelante. En pocos días hablara el pueblo soberano y en cualquier caso yo ya estoy satisfecho por la entrega de la militancia y el apoyo de mis vecinos.