El último día

Termina la campaña electoral, tan agotadora como ilusionada, y esperamos el resultado de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, que se va a medir a través del respaldo y la confianza que nos den los ciudadanos. Decía un autor americano que la política es “un oficio del alma”, y siempre me ha gustado esa definición porque quienes tenemos una vocación política, diferenciada de nuestra profesión, sentimos que somos unas personas privilegiadas por tener la oportunidad y responsabilidad de entregar nuestro tiempo y nuestro trabajo al bien común, al servicio público.

Muchos creen que detrás de la política sólo hay intereses. Sería estúpido negarlo. En la vida los hay, en cualquier parte, en cualquier situación. Pero después de muchos años afiliado y participando en muchas campañas y movilizaciones, afirmo con rotundidad que lo que mueve a miles de personas a complicarse la vida y a dar ese paso adelante tan cuestionado es la vocación de trabajar para sus pueblos y ciudades, para sus vecinos, para el porvenir de los jóvenes y el bienestar de los mayores. Con el corazón.

El domingo los socialistas afrontamos la jornada electoral como una fiesta de la democracia. No sólo hemos trabajado durante las últimas semanas: esperamos recoger los frutos de un esfuerzo continuado –desde el gobierno donde ha sido posible, desde la oposición leal en muchos otros sitios- siempre al servicio de la sociedad. La Constitución articula un sistema democrático basado en los partidos políticos. Y aunque la diversidad siempre trae más libertad porque permite elegir entre más opciones, hay un concepto –el de gobernabilidad- que recomienda apostar por partidos capaces de garantizar la necesaria estabilidad institucional y el imprescindible respeto a las reglas del juego que deben presidir la política democrática.

La noche del 22 de mayo será para los socialistas una noche diferente. Queremos ganar, porque sabemos para qué queremos ganar. Para que ganen nuestros barrios, nuestros pueblos, nuestras ciudades. Será una noche emocionante, una más en nuestra larga y fructífera Historia. Y, el día después, ahí estaremos, con nuestras ideas, al servicio de la voluntad de los ciudadanos. Como siempre, más que nunca.