5 de mayo, la pegada de carteles

Estoy totalmente abrumado por lo sucedido en la noche inaugural de la campaña a las elecciones municipales esta pasada madrugada. Todo ha sido un éxito. En primer lugar hay que hablar del gran número de personas que se dieron cita en la Alameda para acompañarnos, a los miembros de la lista y a mí. El clima era absolutamente positivo en todos los sentidos: la alegría, el compañerismo y la unión que se respiraba entre los militantes y simpatizantes era contagiosa. Muchos me han dicho que la única cosa que lamentan es que no pudieron saludar personalmente a los conocidos que vieron, pues no tuvieron tiempo de detenerse a charlar con todos. Sólo esto da una idea del número de personas que había allí y del buen clima que reinaba entre un grupo que se sentía grande. No por no esperada la sorpresa no fue menos grata por la presencia masiva de gentes que nos acompañaron y se hicieron partícipes de la confianza e ilusión que se respiraba, todos saludándonos y felicitándonos entre nosotros.

Como digo, el clima de fiesta y la confianza que daba la presencia multitudinaria ha trasmitido una buena sensación a todos los que estábamos allí presentes. Después un grupo importante de compañeros nos trasladamos a San Pedro donde nos esperaban nuestros militantes y simpatizantes. La cosa fue igual de bien y acabó ya de madrugada, al más puro estilo de siempre, contagiados todos por el espíritu de la gran fiesta democrática que son las elecciones.

Comienza el tiempo de la verdad, de la campaña electoral. Personalmente para mí lo de estar abrumado no es una frase hecha. Siento sobre mis hombros una tremenda responsabilidad, la de no defraudar a tanta gente que ha puesto la confianza en la candidatura del PSOE. Pero también me siento alagado por la confianza que me manifestaron esa noche tantas personas. Ahora toca trabajar, y además trabajar bien. Espero que el espíritu de esta pasada noche perdure en los próximos días, que la gente continúe animándose a participar en la campaña y que sea un proceso contagioso hacia otras personas, que sabemos que nos apoyan, pero que necesitan un empujón para empezar a participar. Los días que van a venir son decisivos y la máxima movilización es necesaria, tanto en el sentido de participar en la campaña como en el día final para conseguir que el mayor número de personas vayan a votar y colaboren con la organización de la jornada. Así que ánimo a todos y adelante.