6 de mayo, elecciones sindicales, programa y convivencia con los vecinos

Comienza el día con otra fiesta democrática. Gran parte de los empleados municipales están de elecciones y nos dirigimos a acompañarlos y darles confianza desde buena mañana. Para algo tengo un compromiso con ellos de estabilizar la situación de todo el personal, acabando de cerrar un problema que otros no quieren afrontar, por falta de planes o incluso porque quizás haya un plan inconfesable. En todo caso pasé, junto a otros compañeros, varias veces por las zonas de votación y en todo momento el clima fue muy bueno. Si ellos van a ser, como no podría ser de otra manera, la base estructural del funcionamiento de ayuntamiento, es necesario que reine ese clima de confianza y seguridad. Nuestro proyecto pasa por ellos y cuenta con ellos. Hay que hacer un buen uso de los recursos humanos y acabar con las innecesarias externalizaciones de servicios. Para que unas pocas empresas se lleven los beneficios del gasto municipal y muchos trabajadores en precario cobren escasos salarios, más vale que el propio ayuntamiento preste esos servicios con un personal eficiente y bien formado, de aquí, y que el dinero que se gaste se quede entre nosotros contribuyendo a la estabilidad del empleo y a la mejora constante de los servicios.

La presentación del programa fue otra actividad de la mañana. Con más de 8.000 aportaciones, más de 1.300 a través de las redes y cerca de 600 expertos implicados, el programa que presentamos es una verdadera aportación coral de una extensa representación de la ciudadanía de Marbella y San Pedro Alcántara. Queremos hacer la ciudad que los vecinos quieren, ellos tienen los problemas, ellos tienen unas expectativas y ellos tienen las soluciones. Cada uno en su sector, en su parcela, cada uno según su punto de vista. Todo ello lo hemos condensado en un programa de ilusión, realismo y sentido práctico. No encontrará el que lea este programa quimeras inalcanzables ni proyectos “babilónicos”. Somos conscientes de que los vecinos quieren proyectos reales, factibles, y vamos a ponernos manos a la obra. El empleo, el soporte a las actividades productivas reales, no al simple ladrillo, la mejora de la calidad de vida a través de buenos servicios sociales y las buenas infraestructuras, serán la base sólida del progreso de Marbella y San Pedro. Todo esto lo digo como primera cabeza de un proyecto de compañeros y compañeras que, ya hayan nacido aquí o no, estamos unidos por una tremenda querencia por Marbella, por San Pedro y los demás núcleos de nuestro municipio. Estamos también conjurados para defender el valor supremo de la solidaridad y para mantener la honradez como marca de una manera de hacer política. Somos ciudadanía y no aspiramos a otra cosa que a ser ciudadanía, simplemente hemos decidido dar un paso adelante porque tenemos un proyecto común y una tremenda fe en la capacidad transformadora de la realidad a través de la democracia.

Por la tarde chocolatada con los vecinos de Miraflores. Otra vez me encuentro entre mi gente y como siempre me siento bien. Los que están aquí saben que yo soy uno de ellos, y que los integrantes de la candidatura les son también personas cercanas: su médico, el profesor del instituto próximo, el pequeño empresario que toda la vida, aquella chica del vecindario que se fue a estudiar fuera y ahora es arquitecto…. Estoy a escasos metros de donde nací y respiro el aire de mi pueblo y la compañía de mi gente. A los que sienten desconfianza me gustaría poder trasmitirles la garantía sólida de que no hay más de lo que ven: gente normal, entregada a un proyecto, gente valiente y cercana, nada más. La política no es un milagro ni tampoco es un pecado. Es una tarea consciente de servicio público. El mal ejemplo de otros nada tiene que ver con nosotros. Cuando tienes fuertes ideales te resulta difícil comprender la desconfianza con que algunos te miran y casi te juzgan, cuando tú no tienes nada que ver con esos malos ejemplos. Nosotros entramos limpios en la política y tenemos que salir igual. Aquí, rodeado de niños, madres y padres, vuelvo a revivir mi propia infancia, el sentido que he ido dando a mi vida y el profundo deseo que tengo de servir a la causa común del bienestar social, mi más firme compromiso con el lugar que me vio nacer. Esta tarde he cargado las pilas y dado sentido a la tarea y esfuerzo que despliega todo el equipo estos días.