BLOGOSFERA
La mujer vota, la mujer participa en la ciudad
Desde el 1 de octubre, aniversario del sufragio de las mujeres en España, en los pocos momentos que mi actividad pública y política me permite, he querido escribir este post. Un post que es atemporal porque, aunque en él desee reivindicar el papel de aquella gran mujer que fue Clara Campoamor, lo que realmente quiero es que determinadas cuestiones de nuestra realidad actual cambien para que las mujeres, además de tener el derecho de votar, tengan la oportunidad real de poder participar activamente en política. En la política local.
Cuando pienso en las mujeres, siento que nuestra participación en la vida política es una condición sine qua non para que las ciudades sean pensadas, diseñadas y vividas teniendo en cuenta a la mujer, y por lo tanto se preocupen por el papel que ésta representa en la ciudad. Los usos de la ciudad que hacen las mujeres son distintos de los que hacen los hombres, porque los roles aún son distintos también. Las necesidades de equipamientos, el urbanismo, la política de transportes públicos, debe repensarse para comprobar que en todo ello, se ha pensado también en la mujer como usuaria, vecina, ciudadana.
Nuestra sociedad necesita seguir avanzando, seguir construyendo sobre lo logrado. Así, al sufragio universal, es decir, a ese punto de partida indispensable para poder ir logrando más derechos, se debe sumar la posibilidad de una mayor participación activa de las mujeres en la política y, por ende, en la toma de decisiones que nos afectan en nuestra vida cotidiana.
Hace 75 años, Clara Campoamor defendió en las Cortes, con un brillante discurso, el derecho de la mujer a ejercer su derecho al voto. Lo hizo con éxito: el sufragio femenino quedó aprobado el 1 de octubre de 1931 como artículo de la Constitución de la República. Hoy defiendo que no podemos hablar de democracia paritaria si no contamos con la activa participación de las mujeres en la política y en la vida de nuestra ciudad.
Consiguió la diputada que las mujeres pudieran votar, enfrentándose a los que entonces pensaban que la mujer no estaba preparada o quienes temían que su voto estuviese demasiado influido por la Iglesia. Yo quiero propiciar y conseguir un cambio cultural y de actitud en la sociedad para conseguir la igualdad de género, tanto material como formal, sabiendo que uno de los campos principales es el entorno local.
Finalmente, la tesis de Campoamor triunfó por 161 votos a favor y 121 en contra. El logro del sufragio femenino en España permitió un incipiente acceso de las españolas a las administraciones e instituciones. Ahora no sólo queremos participar con nuestro voto, cada cuatro años, en los asuntos públcios. Ahora queremos ser parte activa de las decisiones en los distinto ámbitos de convivencia y participación ciudadana en la ciudad de Málaga.
En mi proyecto como candidata a la Alcaldía quiero diseñar una estrategia local (y transversal) que elimine las barreras a la igualdad de género en los servicios públicos, fomentar la concienciación ciudadana e introducir herramientas innovadoras que favorezcan la igualdad de trato y un diseño de ciudad para todas y todos. En este sentido, quiero favorecer la participación integral de las mujeres en las actividades y servicios prestados desde la administración local, como instrumento eficaz para lograr objetivos tales como la inclusión social, la democratización y la regeneración de las comunidades locales. Una mirada nueva en la gestión pública. Una forma de gobernar que entronca con mi visión de la política como herramienta de transformación y de participación.
Os animo a que participéis de esta idea, y que el espíritu de Clara Campoamor se extienda a la política local.