BLOGOSFERA
Cambiarán de líder, pero no de ideas
Vivimos tiempos políticos en la derecha en la que los proyectos políticos cada vez pasan más desapercibidos ante la opinión pública y son objeto de pocos análisis en torno a su capacidad de influir en la vida de la gente. Desde que los socialistas llegamos al Gobierno de España y ganamos las elecciones generales en dos comicios consecutivos, la derecha se ha instalado en la mentira y el acoso al Gobierno con todas las herramientas que tiene a su alcance. Da igual quien lo lidere y es indiferente qué se proponga, la derecha va en contra y con todo su arsenal, independientemente de quien sea la cara del cartel.
Viene esta pequeña reflexión al hilo de lo que hemos vivido en torno a la crisis del PP de Pablo Casado e Isabel Ayuso, a los que nadie podrá ponerle diferencias ni en el más mínimo matiz en cuanto al contenido político de sus proyectos políticos. Ni de ningún otro líder del PP. Sus políticas se diferencian poco y sus ataques al Gobierno tampoco. Los dos han compartido fondo y estrategia.
A Casado no se le ha cuestionado en el PP su posición política en ningún asunto público en estos años. Fue vitoreado en su ignominiosa posición en la pandemia contra el Gobierno en el peor momento de nuestra historia reciente, fue acompañado por todo el PP en la deslealtad de viajar a Bruselas para sabotear nuestro sistema democrático y los fondos europeos, fue aplaudido por su partido en su negativa a apoyar la subida de las pensiones, el salario mínimo, la reforma laboral y las decenas de medidas económicas y sociales en beneficio de la mayoría, y además fue jaleado en su negativa para acordar la renovación del CGPJ. En el PP no hay proyecto en positivo, solo hay deseo de ocupar el poder. Y ya sabemos para qué. Su única duda es qué hacer con Vox. Y la resolverán pronto. El poder les llama demasiado.
En ninguno de estos capítulos mencionados ni en la inmensa mayoría de decisiones políticas de fondo de estos tres últimos años se ha discutido en el PP la posición que ha mantenido su líder. Todo lo que ha hecho Pablo Casado en estos años ha sido aplaudido y respaldado por todo el PP, eso sí ha sido reclamar ejemplaridad en la gestión pública y lo han fulminado en tiempo récord. Y con impúdica saña.
Seguramente lo que más ha llamado la atención en este proceso interno del PP es la obscenidad con la que se ha ejecutado a Pablo Casado desde los medios de comunicación de la caverna mediática. Llama la atención no por los modos, a los que nos tienen acostumbrados en el PSOE, sino porque esos mismos métodos los han volcado contra uno de los suyos en un ejercicio de canibalismo político rara vez visto en la derecha patria. La paradoja dramática para Casado es que ha probado en sus carnes la medicina que recetaba para sus adversarios. Que tome nota el siguiente líder del PP, que lo que hemos visto es lo que hay en la derecha mediática.
Desconozco que decisión tomará el PP de cara al futuro en torno a su liderazgo, pero de lo que no me cabe ninguna duda es que en el PP no abanderarán la ejemplaridad pública, continuarán mintiendo sin pudor, jalearán los discursos más ultras y seguirán votando en contra de todas las medidas encaminadas a mejorar la cohesión social y territorial de España. Cambiarán de líder, pero no cambiarán de idea.