Se acaban de cumplir dos años del Gobierno de la derecha en Andalucía, con el apoyo imprescindible de la extrema derecha. Cualquiera lo diría si atendemos a las intervenciones de los miembros del Gobierno en sede parlamentaria. El presidente y sus consejeros, de forma recurrente, vuelven la vista atrás para hablar del pasado, olvidando que ya acumulan más de dos años gobernando nuestra región. El Partido Popular y Ciudadanos siguen haciendo oposición a la oposición, es decir, al PSOE.

Algunos de los “grandes hitos” alcanzados son de sobra conocidos: bajada de impuestos a las grandes fortunas, nombramiento de 24 altos cargos más que el último Gobierno socialista, “casa gratis” para el doble de altos cargos que con el anterior Gobierno, escudo nuevo para el presidente y una imagen corporativa renovada para la Junta de Andalucía. Como se puede comprobar, han estado ocupados en lo verdaderamente importante.

Ahora en serio, ¿ha mejorado en algo nuestra Comunidad Autónoma en estos dos años? Sinceramente, no solo pienso que no se ha mejorado en nada, sino que el cambio en Andalucía ha sido un cambio a peor. Basta con repasar algunas cuestiones que a continuación detallaré.

Si hablamos de Sanidad, es para echarse a llorar. A la cola de España en pruebas PCR y número de rastreadores, centros de salud colapsados, aumento de las listas de espera, Salud Responde que no responde y para colmo de males, la Junta de Andalucía ha desperdiciado el 20% de las vacunas que el Gobierno de España le ha proporcionado.

La situación en Educación también es lamentable. Se han suprimido casi 1.000 unidades de la escuela pública en los dos últimos años, miles de alumnos se han quedado sin comedor escolar, no se ha bajado la ratio, la Consejería ha abandonado a su suerte al profesorado en el curso de la Covid y los ayuntamientos se están haciendo cargo de los gastos extra de limpieza, desinfección y adquisición de material para los colegios. Las universidades no han tenido mejor suerte, tras sufrir un brutal recorte de 135 millones de euros en sus presupuestos.

Y, ¿qué ha pasado con los 600.000 empleos prometidos por Moreno Bonilla? Como dijo su consejero de Transformación Económica en comisión parlamentaria, “eso son cosas que se dicen en campaña”. La realidad es que el paro ha crecido en 180.000 personas y ya roza el millón de parados. Ya antes de la pandemia, en febrero de 2020, había 18.000 parados más que un año antes con el gobierno presidido por Susana Díaz. No estando contentos con lo “bien” que lo están haciendo en materia de empleo, han recortado un 40% de media los Planes de Empleo que gestionan los ayuntamientos, justo cuando más recursos se necesitan para esta cuestión de vital importancia.

Hay muchísimos más ejemplos que demuestran el retroceso de Andalucía en los dos años de gobierno de Moreno Bonilla. Han aumentado las listas de espera en el sistema público de Dependencia, se niega la violencia de género creando el teléfono de violencia intrafamiliar (para que no se enfade VOX), la gestión de la empresa pública de las ITV es un caos absoluto y no han sido capaces de agilizar, como prometieron, la tramitación urbanística. La mayoría de municipios de Andalucía siguen sin contar con un PGOU aprobado. Podría seguir enumerando más ejemplos, pero necesitaría dos o tres columnas para contarlo.

Donde no veremos ni escucharemos estas informaciones es en Canal Sur, que está sufriendo un nivel de manipulación vergonzoso, lo que ha llevado a la cadena pública a perder audiencia y a quedarse en un paupérrimo 7,5% en 2020. Pero esta es la Andalucía real dos años después de la llegada de las derechas al Gobierno de nuestra tierra. Lo dicho, el cambio a peor.