En estos días hemos visto cómo se ha intentado poner en peligro el pacto constitucional mediante una moción de censura al gobierno de Pedro Sánchez impulsada por la extrema derecha que ha acabado en fracaso. Aunque ha sido la moción de censura con menor respaldo entre las que se han llevado a cabo en el periodo democrático de nuestro país, ha servido como advertencia de que nuestros derechos deben seguir estando protegidos por la mayoría de las fuerzas parlamentarias frente a Vox, unos derechos conquistados con la lucha y sufrimiento de los demócratas que hicieron todo lo posible por dejar atrás la dictadura franquista para construir un sistema basado en la paz, la convivencia, el pluralismo, la libertad y el progreso.

Debemos recordar que nuestra Constitución ampara derechos sociales amplios que invocamos y que los y las socialistas queremos extender y hacer efectivos, y así lo estamos haciendo en nuestra acción de gobierno. Con ese mismo espíritu, el ejecutivo de Sánchez trabaja para que cada medida respete el principio de reconocimiento y amparo de la pluralidad territorial de las nacionalidades y regiones que componen España.

En todo momento, hemos sido leales a la Constitución, por eso estamos obligados a defenderla frente a quienes la atacan y frente a quienes quieren apropiársela.

En este marco hemos visto que, aunque tarde, el PP de Casado, que no el de Moreno Bonilla en Andalucía o el de Bendodo en Málaga, ha demostrado esta semana que vuelve a la senda de los partidos constitucionalistas. Ese PP ha reivindicado, como principal partido de la oposición, el portazo a la ultraderecha, aunque dichas intenciones las tendrá que demostrar con hechos y no solo con palabras. Porque aunque no dudamos de sus intenciones, el camino se demuestra andando.

Pero en Andalucía y en Málaga, no nos encontramos con ese mismo giro por parte de las direcciones regionales y provincial del PP. Sorprende que Moreno Bonilla, presidente del PP andaluz, o que Elías Bendodo, presidente del PP malagueño, se muestren contrariados con las declaraciones del presidente nacional de su propio partido en sede parlamentaria. ¿Acaso son contrarios a la afirmación de que el PP "no quiere parecerse" a Vox? ¿O quizás no comparten el "hasta aquí hemos llegado" que lanzó su máximo responsable nacional a un Abascal que basa su liderazgo en abanderar consignas de enfrentamiento y odio?. Estas preguntas deberán responderlas tanto Moreno Bonilla como Bendodo no solo para tranquilidad de Casado sino para la del resto de andaluces y andaluzas.

Porque si siguen empeñados en ligar el futuro de Andalucía al de la extrema derecha con tal de mantener el gobierno de la Junta, debemos y exigimos saberlo. Y debemos recordar que Vox está en contra del Estado de las Autonomías.

Por eso, por muchos ataques que se lleven a cabo desde la ultraderecha, desde el PSOE seguiremos defendiendo nuestra autonomía, la que representa el Pacto de Antequera, que este mes cumple 40 años y que está reconocido por nuestra Carta Magna. Un pacto en el que el entonces PP andaluz no creía pero que ahora, en una muestra más de cinismo, su presidente Moreno Bonilla ahora quiere reivindicar al ponerse frente a un logo creado exprofeso. Pero con acciones de autobombo no lograrán tapar que no solo no creen en el andalucismo sino que ahora van de la mano de un Vox que estaría dispuestos a destruirlo.

Es hora de que tanto Moreno Bonilla como Bendodo den explicaciones sobre cuáles son sus intenciones. O seguir la senda iniciada por su líder nacional o arrastrarnos a cumplir los deseos que quiera una ultraderecha que ahora, además, va a llevar a cabo su acción política desde el rencor y la venganza tras la supuesta ruptura anunciada por el PP nacional.

El PP llega siempre tarde a los avances y conquistas de nuestra sociedad, no solo no apoyaron la autodeterminación de Andalucía, sino que además años antes el 50% del grupo popular (antes AP) o votaron en contra o se abstuvieron en sede parlamentaria. Por tanto, formaron parte del 6% de diputados que no votaron sí a la Constitución Española, Constitución que tanto les llena la boca ahora.

Mientras tanto, queda demostrado que el PSOE fué, sigue y seguirá siendo el principal partido que garantiza el pacto constitucional en nuestro país.