BLOGOSFERA
Patriotas de pacotilla
Seguimos afrontando una dura batalla contra un virus que no lo pone nada fácil, pero al mismo tiempo debemos trabajar por la reconstrucción de nuestra economía y el empleo para poder salir cuanto antes de esta dura crisis. Lo deseable sería hacerlo unidos, pero algunos han optado por poner palos en las ruedas.
Para esta reconstrucción el papel de los ayuntamientos es fundamental. Alcaldes y alcaldesas se dejaron la piel durante el estado de alarma y lo siguen haciendo buscando soluciones a las largas colas de personas que reclaman empleo, ayudas o poder darle de comer a sus hijos.
Lo irónico es que los ayuntamientos tienen dinero, y mucho, unos 14.000 millones, pero lo tienen en los bancos y no pueden gastarlo por la normativa aprobada con el Gobierno de Rajoy.
En 2013 se aprobó la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local del Ministro Montoro, que supuso la pérdida de competencias para los Entes Locales y un recorte brutal de sus gastos. Se impidió que este dinero se pudiese invertir y llegase a los ciudadanos.
Los alcaldes, con toda la razón, pusieron el grito en el cielo; bueno, los del PP no, estos agacharon la cabeza y callaron. Nunca oí una sola critica, ni a Francisco de la Torre, ni a García Urbano ni a Angeles Muñoz, por poner algunos ejemplos. Demostrando así su cobardía e incapacidad para enfrentarse a un Gobierno de su mismo partido político.
Y tampoco cuestionaron que, en 8 años, Rajoy jamás se sentara a hablar con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), demostrando un desprecio absoluto al máximo órgano de representación de los municipios en nuestro país.
El Gobierno de Pedro Sánchez sí se ha reunido con la FEMP, y varias veces, y ha alcanzado un acuerdo histórico, poniendo a disposición de los Ayuntamientos 5.000 millones de los remanentes de tesorería. Así responde a una demanda histórica de alcaldes y alcaldesas que por fin podrán aumentar su capacidad de gasto e inversión.
Este dinero podrá destinarse en mejorar la atención de mayores o dependientes, en reforzar la ayuda a domicilio y la teleasistencia; mejorar servicios de atención para víctimas de violencia de género; construir escuelas infantiles de 0 a 3 años; construir viviendas a precio asequible, sobre todo para alquiler; fomentar la movilidad sostenible, desarrollar acciones en zonas de protección medioambiental o la promoción cultural.
Pero para conseguir todos estos millones había que salvar antes el escollo que nos dejó Montoro, el incumplimiento del déficit, para ello se ha buscado una fórmula donde las transferencias realizadas por el Estado se imputarán como un ingreso no financiero para los ayuntamientos, lo que les permitirá incrementar su gasto sin incurrir en déficit.
Y habrá mecanismos para que las Diputaciones puedan dar apoyo a los municipios con problemas de liquidez o que se encuentren en riesgo financiero.
Los alcaldes del PP, en lugar de alegrarse y optar a los millones bloqueados por Montoro, han preferido seguir a Casado y buscar la confrontación. Han criticado una medida que no es obligatoria, es decir, si no les gusta que no pidan el dinero.
Aunque me temo que al PP volverá a ocurrirle como con el divorcio o el matrimonio de personas del mismo sexo, primero se opondrán y, luego, les faltará tiempo para beneficiarse de ella.
El Gobierno, además, para los municipios este año ha eliminado la regla de gasto, ha aprobado un fondo de 275 a 400 millones para compensar las pérdidas del transporte municipal y ha destinado una cifra récord de entregas a cuenta que asciende a 19.000 millones. Y a partir de septiembre afrontará junto a la FEMP el problema de la financiación local, algo fundamental y a lo que el PP siempre se negó.
Por cierto, ¿por qué los alcaldes del PP critican tanto al Gobierno y no piden nada a la Junta? El Gobierno de Pedro Sánchez acaba de destinar más de 2.000 millones a Andalucía. ¿De esta cantidad cuánto destinará Moreno Bonilla a los Ayuntamientos? Cero euros.
Las comparaciones son odiosas, pero mientras este Gobierno progresista defiende en Europa más inversiones, el PP trata de boicotearlo; mientras destina más financiación a comunidades y ayuntamientos, el PP sólo busca confrontación.
La derecha dice querer mucho España, pero solo se quieren a ellos. A Casado le importamos poco los españoles y españolas. Ya está bien de patriotismo de pacotilla. Ha llegado el momento de arrimar el hombro. Nuestro futuro y el de nuestros hijos está en juego.