El sector comercial de Málaga es uno de los principales motores económicos de la ciudad. Miles de pequeños negocios pueblan las calles de nuestros barrios generando empleo y riqueza. Hay zonas históricas que han ejercido un especial dinamismo comercial con una fuerte atracción para la implantación y expansión del sector comercial tradicional malagueño como el Centro Histórico, Cruz de Humilladero, el entorno de calle Mármoles, El Palo o algunas barriadas de Carretera de Cádiz. El comercio de proximidad genera empleo estable y de calidad y hace de la ciudad un espacio único, añadiendo valor incluso al turismo, ya que son demasiadas las ciudades que cuentan en sus centros históricos con vías principales plagadas de franquicias que eliminan cualquier rastro de identidad propia.

Pues bien, el equipo de gobierno del Partido Popular quiere acabar con ello al comenzar con los trámites para establecer la denominación de Zona de Gran Afluencia Turística para la totalidad del término municipal de Málaga, lo que supondría herir de muerte al tejido productivo de la ciudad.

Esta medida cuenta con el rechazo de todas las asociaciones de comerciantes y de los sindicatos, ya que su implementación supondría el cierre de muchos de estos negocios, con la pérdida añadida de puestos de trabajo y riqueza, además de traer aparejada una precarización de los empleos que ya existen en las grandes superficies comerciales, tal y como ya se ha demostrado en las ciudades donde se ha llevado a cabo como en el caso de Madrid, donde lejos de generar empleo, esta medida a supuesto mayor precarización de los actuales puestos de trabajo.

No podemos quedarnos impasible viendo cómo se dificulta la actividad al comercio de la ciudad y se precariza el empleo con medidas como la que pretende imponer el Partido Popular en Málaga.