Septiembre ha llegado y con él arranca un curso político apasionante que nos llevará, entre otras citas, a unas nuevas elecciones autonómicas y municipales. Los malagueños y las malagueñas tenemos en nuestra mano decidir sobre nuestro futuro más inmediato.

Por ello, y convencidos de que el contacto con la ciudadanía es la base del proyecto socialista, desde el PSOE de Málaga estamos poniendo en marcha diferentes campañas con las que el partido va a desplegar su actividad a lo largo y ancho de la provincia en las próximas semanas.

Así, a la campaña sobre los planes de empleo que el Gobierno andaluz pone a disposición de los ayuntamientos un año más, se suman una campaña para poner en valor la aportación que la Junta hace a los Servicios Sociales comunitarios en localidades mayores de 20.000 habitantes y a la Diputación provincial además de una campaña informativa relativa al inicio de curso escolar en la provincia. A esto hay que sumar una campaña en defensa de la sanidad pública así como una acción informativa para destacar las medidas puestas en marcha por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez.

Explicaremos en cada rincón de nuestra provincia los avances que vivimos y que llevan el sello del PSOE. En nuestro empeño de conseguir una sociedad más justa, el PSOE de Málaga sigue en la calle con una ambiciosa agenda. La principal preocupación de los malagueños y malagueñas es la generación de empleo, y por ello vamos a informar de las pioneras medidas que el Gobierno de Susana Díaz pone a disposición de los ayuntamientos para dar un impulso social a nuestros municipios.

Y cómo no, vamos a poner el foco en la defensa de los servicios públicos, pilares del Estado de Bienestar. Nuestra educación pública, nuestra sanidad y los servicios sociales son garantía de igualdad y progreso y en ellos vamos a seguir trabajando

Las y los socialistas estamos centrados y ocupados sencillamente en trabajar, por esta provincia. Mientras tanto, los partidos de la oposición en Andalucía se dedican en exclusiva a sus cábalas partidistas, a sus estrategias y cálculos electorales, sin importarle que esto pueda generar inestabilidad en la comunidad.

Ciudadanos en Andalucía ha decidido dar por roto el acuerdo de investidura y despreciar ahora su contribución a tres años y medio de estabilidad en la comunidad, sólo y exclusivamente por la estrategia y el interés nacional de Albert Rivera. Es evidente que Albert Rivera quiere utilizar Andalucía como campo de batalla en su guerra por la derecha contra el PP. Tiene mucha prisa por medir fuerzas con Pablo Casado y Ciudadanos Andalucía lo permite y se somete. La derechización de Ciudadanos, su dependencia total a su dirección nacional y su desprecio a la realidad de esta tierra, les lleva a dar por roto el acuerdo de investidura.

Por su parte, Moreno Bonilla sigue desnortado, sin encontrar discurso, y muy nervioso. Sabe que tiene que hacer puntos para que Pablo Casado lo coloque en algún sitio: ni él mismo se cree que pueda ganar en Andalucía y es consciente de que las próximas elecciones autonómicas serán las últimas a las que concurra, porque así lo dejó claro el presidente nacional del PP.

Finalmente, Podemos e IU siguen dedicados a lo suyo, perdidos en sus cuestiones internas y orgánicas, olvidando los intereses de los andaluces y andaluzas. Y parece que por fin, están terminando de confluir. Se ha certificado la defunción de Izquierda Unida, y Maíllo se apunta en su haber ser el dirigente responsable de la desaparición de su propia formación.

En Andalucía sigue estando la casa de la izquierda, que es el PSOE, un partido que nunca esconderá sus raíces, su historia y sus siglas, que sabe perfectamente quién es y hacia dónde va. Y esa dirección se llama Andalucía.