No les voy a contar nada nuevo bajo este sol que nos alumbra en Málaga. Hay días en los que los políticos no estamos afortunados en nuestras declaraciones. Siempre estamos expuestos a la hemeroteca que nos acaba pasando factura. Esto le ocurrió recientemente a la concejala del Partido Popular en el Ayuntamiento Teresa Porras que en la última Comisión de Sostenibilidad Medioambiental denominó “charco” a nuestro mar Mediterráneo y “espuma del puchero” a las natas del agua. Pero la metedura de pata no quedó ahí, hasta llego a afirmar que no hubo playas en Málaga hasta que llegó el Partido Popular. Puede que no tuviera su día. Juzguen ustedes mismos.

Y como va llegando el calor vamos a hablar de baños para mitigar las altas temperaturas. No de los olvidados Baños del Carmen que también merecen un amplio apartado y muy especial tras 30 años de abandono. Vamos a darnos un baño de realidad en las piscinas municipales que dejaron de existir.

Debe ser que el PP le tiene manía al agua ya que la gestión de las piscinas del Ayuntamiento de Málaga no puede ser más desastrosa. No hay ninguna o prácticamente ninguna que se salve de los problemas en cuanto al servicio, de impagos a los trabajadores, de impagos en el canon –alquiler- anual que deben pagar al ayuntamiento de Málaga por las instalaciones. Todas hayan causa en la mala gestión y dejación de funciones de los políticos responsables.

La piscina municipal de Puerto de la Torre necesita una inyección económica de casi un millón de euros para volver a ponerla en funcionamiento. Ya nos habíamos gastado 3´6 millones de construirla hace menos de 10 años. Se adjudicó a un empresario que hizo una mala gestión de las instalaciones y tuvo que ser rescatada por el Ayuntamiento de Málaga tras pagar hasta 400.000 € de las deudas del empresario con la Seguridad Social de los trabajadores de la piscina. Todo un escándalo el de la piscina de Puerto de la Torre que llegó a los tribunales en un caso muy feo y sucio.  Ahora otro millón de euros aprobados por la puerta de atrás, en una Comisión de Economía urgente para pagar unos desperfectos causados por la falta de vigilancia del Ayuntamiento de Málaga en un equipamiento municipal. Se nota que el dinero es de los malagueños, es incomprensible seguir con tanto despilfarro injustificado.   

Pero en Campanillas la situación tampoco es mejor. La piscina que un día llegó a estar climatizada es hoy una ruina urbanística. Una serie de instalaciones totalmente saqueadas en la que no ha quedado absolutamente nada de valor. Lo han robado todo ante la falta de vigilancia municipal del Ayuntamiento. Cinco años después de ordenar el cierre no ha quedado nada más que destrucción. No se puede aprovechar nada de los vasos de la piscina que se encuentran llenos de agua pestilente de lluvia y que solo sirve para criar mosquitos. Lo que en su día fue un gimnasio, el bar y la recepción son hoy paredes ennegrecidas por el humo de incendios y de escombros. El Ayuntamiento de Málaga – ni Gerencia de Urbanismo, ni el distrito de Campanillas ni el área de Deportes- proceden a vallar y sellar las puertas del edificio. Cada día niños y adolescentes juegan allí entre esos escombros ajenos al grave peligro que corre su propia seguridad.

Mientras en Santa Rosalía–Maqueda, los vecinos de la zona esperan que el alcalde de Málaga cumpla con la promesa que en su día les hizo de reconstruirle la piscina que él mismo ordenó demoler. Allí también tenían unas piscinas municipales, construidas en la etapa del socialista Pedro Aparicio, y que estuvieron en uso hasta el año 2006. El Partido Popular también las privatizó sin las mínimas garantías económicas ni de viabilidad. Así tres años después de entregarle las piscinas y el restaurante a un empresario privado el propio Ayuntamiento tuvo que demoler las instalaciones y llenar con los escombros la piscina de mayores e infantil en las que se impartían campañas de natación municipal. Hoy es un descampado que genera inseguridad a los vecinos y que además está junto al campo de fútbol de la zona al que van decenas de niños a diario. Todo un despropósito.  

Nadie en el equipo de gobierno del Partido Popular ha asumido responsabilidades políticas por todos los millones de euros tirados, despilfarrados, malgastados o perdidos en los últimos años en estas piscinas municipales. Aquí tienen un baño de realidad del día a día de Málaga.