Hasta no hace muchos años prácticamente nadie conocía que aquel sector de la ciudad se llamase Arraijanal. Para los habitantes de Churriana aquello era la finca las gallegas, una tierra fértil plantada de patatas, melones y cañas de azúcar. Para el resto de malagueños aquel espacio era simplemente Guadalmar. Al dejar de tener uso agrícola, de ser tierras de cultivo pasó a vertidos incontrolados. De ser una zona de esparcimiento para disfrute de las familias pasó a convertirse en una gran escombrera con actividades que generaban intraquilidad e inseguridad para vecinos o personas que disfrutaban de paseos al aire libre o practicaban lances de pesca.

En julio de 2008, el Partido Popular incluyó en la aprobación provisional del Plan General de Ordenación Urbana, un convenio urbanístico por 28 millones de euros que permitía construir 664 viviendas de lujo, hoteles en primera línea de playa y zonas comerciales. La marina deportiva para tener los yates a la puerta de las viviendas “Marina de Arraijanal”.

El PSOE inmediatamente se lanzó a la calle ese verano con una intensa campaña “Málaga se vende. Razón el Ayuntamiento” para parar la privatización de hecho del único tramo de litoral virgen de la ciudad de Málaga. Los socialistas empezamos a contarles a los malagueños los valores naturales que atesoraba aquel vacío entre Guadalmar y el Campo de Golf. Fue el PSOE de Málaga en solitario el que movilizó a sus militantes de todas las agrupaciones de la ciudad y se echó a la calle a concienciar de su importancia. En apenas 48 horas se llegaron a conseguir 2.500 firmas de apoyo de ciudadanos.

Y no fue fácil defender que había que proteger Arraijanal cuando la economía de Málaga se basaba principalmente en la construcción y el PP decía que aquello era un descampado. El alcalde usó sus manidos argumentos del agravio y de ir contra la modernidad de Málaga para arremeter contra la Junta de Andalucía. En la hemeroteca entre 2008 y 2011 pueden leer cómo nos culparon de todo lo malo imaginable, solo les faltó la acusación de brujería.

Gracias a esa apuesta por la sostenibilidad de la Junta de Andalucía se respetó Arraijanal y también se impidió construir al norte de las rondas. Pero el alcalde incluso, acabado el partido, se declaró en rebeldía y llevó a aprobación el convenio urbanístico contra lo recogido en el POTAUM y contra la protección decretada del Arraijanal. Una vez más el PP se ponía al servicio de los intereses privados contra el interés general de la ciudad.   

Tras su declaración como Sistema General de Interés Territorial, y la compatibilidad, el Ayuntamiento de Málaga y el Málaga CF acordaron destinar parte de esos suelos a uso deportivo para acoger la Academia de Fútbol. Desde el primer momento en que se comenzó a plantear esta posibilidad el PSOE en el Ayuntamiento de Málaga defendió tres cuestiones que consideramos irrenunciables como constan en las actas municipales entre 2012 y 2018. Por un lado, que fuesen unos suelos sin otro uso que el deportivo y que fuese disfrutado por los niños y niñas de la cantera, excluyendo en cualquier caso la posibilidad de usos hoteleros o comerciales. Que en el acuerdo de cesión se garantizase que la propiedad fuese siempre municipal y también que se adoptaran las medidas sobre la movilidad y sobre la inundabilidad del sector, cuestión planteada también por los vecinos de la zona.   

Ya me hubiese gustado que algunos nos hubiesen acompañado a los socialistas en este camino para salvar Arraijanal. Salvarlo de verdad de la privatización de la playa para hacer un puerto y salvarlo de ser ocupado por 664 viviendas de lujo. Haber sentido más apoyo cuando día tras día intentaban demonizar al PSOE por defender una Málaga más sostenible y verde para nuestro presente y generaciones futuras.

El día de mañana habrá un gran parque marítimo terrestre previsto por la Junta de Andalucía que ocupará el 80% del sector, con 400.000 metros cuadrados donde se pondrá en valor tanto los restos arqueológicos de la zona como los valores ambientales. Y eso será una realidad gracias a miles de ciudadanos que vencieron al urbanismo depredador del PP y salvar Arraijanal.