BLOGOSFERA
De suposiciones y presupuestos
Esta semana el Gobierno del presidente Rajoy ha conseguido aprobar los Presupuestos Generales del Estado para el presente año de 2017. Como los votos del PP y sus convergencias no son suficientes, el Gobierno ha debido recabar los cinco votos del PNV y el voto del diputado de Nueva Canarias. Y como el diablo mata moscas con el rabo cuando no tiene nada que hacer, se ha extendido, a partir de este resultado, la tesis de que la abstención del PSOE el pasado 29 de octubre no era necesaria para evitar unas terceras elecciones.
Quienes hacen esa afirmación están haciendo también, quizá inconscientemente, una concesión a quienes nos abstuvimos: que evitar unas terceras elecciones era un objetivo valioso. Aunque sólo fuera porque era una forma de evitar unas cuartas o quintas elecciones consecutivas, y sus posibles consecuencias para nuestro sistema político. La cuestión ahora es, por tanto, si, a partir de los resultados de la votación de los presupuestos, se puede sostener que el PNV y el diputado de Nueva Canarias hubieran votado favorablemente la investidura del presidente Rajoy en octubre.
Lo cierto es que, esta misma semana, el mismo diputado nacionalista canario que ha votado los presupuestos del gobierno Rajoy ha dicho también que votará a favor de cualquier moción de censura que se presente contra Rajoy. Es evidente que, para él, y no sólo para él, no es lo mismo facilitar el acceso al gobierno a un partido que aspira a gobernar, que facilitar la aprobación de unos presupuestos a un partido que ya está gobernando.
¿Por qué el PNV no apoyó al Gobierno en octubre de 2016 y nos evitó a los socialistas pasar por el trago de la abstención? He podido comprobar que algunas de las personas con las que he hablado estos días no recordaban que, tras la investidura fallida del señor Rajoy el 2 de septiembre de 2016, se celebraban las elecciones autonómicas en Euskadi, concretamente el 25 de septiembre y que la investidura del lehendakari Urkullu se demoró hasta el 24 de noviembre. ¿Se imagina el amable lector, o lectora, al PNV diciendo, en plena campaña autonómica, que apoyaría la investidura de Rajoy? Obviamente no es imaginable. Ni siquiera era imaginable en aquél momento que el PNV hubiera dicho que meses más tarde apoyaría los PGE a cambio de importantes contrapartidas. Los mismos ciudadanos y ciudadanas de Euskadi que ahora valoran favorablemente el apoyo del PNV a los presupuestos, hubieran penalizado entonces a los nacionalistas vascos por insinuar que lo harían.
Probablemente para buena parte de los nacionalistas la relación con España sean sólo negocios, puro utilitarismo de Barrio Sésamo: me conviene, no me conviene. Nunca van a sacrificar nada por los intereses generales de los españoles, por eso no era posible que en octubre hicieran lo que sí han hecho ahora. Es verdad que, en ocasiones, que te ayuden, aunque sea por interés, es preferible a que te dejen caer por amor, como quiso hacer el PP con España en mayo de 2010, cuando el presidente Rodríguez Zapatero trataba de evitar, y evitaba, que nos intervinieran.