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La desbandá
Hay episodios trágicos que la memoria colectiva impide que se borren de la historia aunque pasen 80 años. Este es el caso de la huída de miles de personas por la carretera de Málaga a Almería en los primeros días de febrero de 1937.
El ejército golpista a las órdenes de Francisco Franco cometió el mayor crimen contra la población de la Guerra Civil española sometiendo a las personas que huían de Málaga al bombardeo de sus aviones y al cañoneo incesante desde los barcos por la costa. Una masacre en una estrecha carretera rodeada de acantilados donde la única salida para aquella multitud humana era una muerte segura.
Los investigadores cifran entre 3.000 y 5.000 las personas asesinadas con tanta crueldad. La mayoría mujeres, niños y ancianos que a pie trataban de huir del horror de la Guerra y la represión de torturas y violaciones que el general Queipo de Llano les prometió a las malagueñas a través de sus mensajes por radio.
Los testimonios orales y escritos de aquellos que sobrevivieron no dejan lugar al olvido: niños y mujeres muertas, miles de trozos de cuerpos despedazados. Un camino lleno de muertos y charcos de sangre que vertían a las cunetas como un río. En enero de 2006, el PSOE en el Ayuntamiento de Málaga propuso la construcción de un monumento que simbolizase el horror y el sufrimiento de la ciudad de Málaga.
Acaba de cumplirse el 80 aniversario del crimen de la carretera de Almería. Ningún dirigente del PP acudió a homenajear a los supervivientes de aquella masacre en el acto celebrado en el Peñón del Cuervo convocado por la asociación de la Memoria Histórica.
Igual que 11 años lleva esperando ese monumento que propuse ante el Pleno del Ayuntamiento. No es una cuestión ni un capricho del PSOE es un acto de justicia con las víctimas, con sus familias, con nuestra memoria colectiva y con la Historia de Málaga.
Los valores de una sociedad democrática no puede ni debe olvidar los asesinatos cometidos por el odio y la intolerancia. El fascismo y otras ideologías excluyentes encuentran caldo de cultivo en el desconocimiento.