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Convergencias
La política debería servir para transformar la realidad, siempre para mejor, y después ser capaz de explicar ese cambio, su alcance y sus razones. Al alcalde de Málaga le contenta sobre todo la capacidad que tiene la política para operar en el espectro de lo verosímil, por más que esté alejado de la realidad. Llega a un punto de creerse su propia versión de la realidad, sin caer en ninguna contradicción lógicamente. De la Torre prefiere contar su realidad en vez de transformarla.
Le ha pasado en el Vaticano. Las personas lectoras más informadas sabrán que el alcalde fue, esta vez en solitario, al Vaticano a explicar la política de atención a personas refugiadas de nuestro ayuntamiento. No cabe duda de que todas las políticas son importantes, pues siempre repercuten en la vida de las personas, y entre iguales, exigen igual cuidado y dedicación. Aunque existan prioridades de acción, la exigencia debe ser la misma. Cuando hablamos de refugiados, gran parte de la ciudadanía tiene una especial sensibilidad, y por tanto, una mayor exigencia en la respuesta de los poderes públicos. Nos vienen a la cabeza las imágenes de las colas en esta ola de frío o las lanchas atestadas cruzando el Mediterráneo, que se ha convertido en un muro cuando fue el mar que nos trajo el mestizaje, y a nuestra ciudad, el progreso de civilizaciones. Aquello que nos unió, hoy nos separa.
Si la cautela es buena amiga de la política, más aún cuando el dolor forma parte del hecho político. Los ecos de la visita del alcalde en forma de titulares llegaron para decirnos que somos pioneros en la creación de una oficina de atención a familias refugiadas y que estamos haciendo campañas de sensibilización. De la Torre habló de algo que no existe. Fueron las propias asociaciones dedicadas al cuidado de las personas refugiadas las que nos advirtieron de que esa oficina no está en funcionamiento. Nuestro principal representante se vanaglorió de una oficina que no existe.
Hoy por hoy, no somos pioneros en poner en marcha ninguna oficina de atención a familias refugiadas con las tres organizaciones no gubernamentales que atienden a estas personas, ni el equipo de gobierno del Partido Popular ha puesto en marcha ninguna campaña de concienciación y sensibilización para la necesidad de atender a las personas refugiadas y evitar brotes xenófobos o racistas. Tengo que recordar que llevamos casi año y medio recordánselo al equipo del PP. Aunque parece que la importancia de este tema para este equipo de gobierno basta con la respuesta de unos simples mensajes en Twitter para pedir fondos. Nada más lejos de la verdadera necesidad y de nuestra obligación.
La próxima vez, alcalde, cuente lo que hacen de verdad. O mejor, hagan lo que cuentan. Así la realidad, su realidad y nuestras propuestas convergerán para beneficio de la ciudad.