La política del timo

La política fiscal del Ayuntamiento no se puede separar de la política de inversión, reflejada en los presupuestos. El equipo de gobierno del PP ha dividido siempre estos dos pasos. Pero para los socialistas están fuertemente vinculados. La política de ingreso y la política de gasto deben abordarse de manera conjunta, desde el punto de vista económico y político. Hasta ahora, en el segundo aspecto, se ha hecho por separado.

Para el PSOE, no cabe negociar ordenanzas por separado de los presupuestos. Porque el esfuerzo fiscal que se le exige a la ciudadanía debe ir encaminado a una política de inversión con una clara rentabilidad social. Si los impuestos se van a destinar a museos fallidos o a mantener los beneficios privados de Limasa, los socialistas no podemos estar de acuerdo.

La política de bonificación de este equipo de gobierno es un timo. El PSOE en el Ayuntamiento de Málaga no puede compartir la política fiscal del PP.

A los contribuyentes se informan de las bonificaciones pero los requisitos limitan al máximo los beneficiarios, por ejemplo, el IBI, el total de las ayudas al este impuesto no llega ni al 1% de lo recaudado.

En 2015, las ayudas del IBI alcanzaron las 9.400 personas, sobre los 810.028 euros. Si en ese mismo año la recaudación total del IBI fue de 119,6 millones de euros, se quedó en un 0,7%. De esas ayudas solo se habrán beneficiado aproximadamente a 1.000 desempleados (en Málaga el paro roza las 80.000 personas).

El PSOE rechazó ayer en el Pleno de las ordenanzas fiscales. No podemos respaldar una política de bonificación fiscal que no tiene impacto real.

Defendemos una fiscalidad progresiva, donde quien más tenga pague más, y con un paquete de bonificaciones con un alcance amplio y real entre la población que las necesita y no precisamente entre las rentas altas como acaba sucediendo con el PP. Así no ayudamos a las familias malagueñas en difícil situación estructural o coyuntural.