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¿Es esta la feria que queremos?
Una vez terminada la Feria de Málaga 2015 toca hacer un balance serio y riguroso: conocer los datos estadísticos con sus proyecciones económicas, la imagen que hemos proyectado al exterior, y lo más importante, qué pensamos los malagueños de la feria que ahora ha apagado sus luces hasta el año que viene.
Próximo a cumplirse 30 años de su V Centenario, es el momento de alcanzar un amplio consenso para diseñar, entre todos, la Feria de Málaga que queremos.
Málaga tiene una aspiración, convertir su feria en la gran fiesta del Sur de Europa, como la bautizó en su día el que fuera alcalde de Málaga, Pedro Aparicio. Sin embargo, en los últimos años hemos vivido el deterioro y la dejadez de la feria de agosto, que ha ido perdiendo gran parte de sus señas de identidad como reflejo de la falta de organización y planificación estratégica.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto a la concejala delegada de fiestas, Teresa Porras y el resto de su equipo se han quedado solos ante la defensa del actual modelo de feria, ya que todos los partidos políticos representados en el Ayuntamiento y todos los colectivos implicados en la celebración de la feria: Federación de Peñas, Asociaciones de Vecinos, Asociaciones de hostelería (AMARES, MAHOS), han mostrado su desacuerdo con el mismo. Y no sólo eso, los medios de comunicación y las redes sociales también han servido para hacer eco de que los malagueños y malagueñas tampoco están de acuerdo con la gestión de su feria.
Todos pedimos a gritos que el Ayuntamiento haga algo. La feria se le ha escapado de las manos al equipo de gobierno, que la ha dejado languidecer. El Partido Popular tras 20 años de gobierno en la ciudad ha agotado las ideas para crear un nuevo modelo de feria. Reconozcámoslo. A nuestra feria se viene a beber mucho y barato; el público que se atrae no es el visitante que reporta con su consumo y comportamiento lo mejor para la ciudad. ¿Prohibimos ciertos tipos de comportamientos incívicos -pero para ello mejor no preguntarle opinión a la Sra. Porras, quien tiene una visión vulgar y sexista de la realidad- o mejor llenamos de contenido cultural nuestra feria para atraer otro tipo de visitante, con otro comportamiento económico y social? El Ayuntamiento es el último responsable de lo que deriva de su modelo de feria, y no puede desempolvarse de esos comportamientos que hemos visto en esta feria con reproches individuales a quienes la mantienen.
Lo que el alcalde y su equipo se empeñan en defender como una feria ideal no se ajusta a lo que quieren los malagueños para la feria de su ciudad. El primer paso que hay que dar es reconocer que tenemos que cambiar el actual modelo de feria que tenemos.
Desde el Grupo Municipal Socialista proponemos que el diseño de la Feria de Málaga se haga desde el Área de Cultura y Fiestas que debe ser la que marque la dirección a seguir por el resto de áreas implicadas en la organización de la feria. La movilización de los servicios operativos, la limpieza o la seguridad deben estar sujetas a la planificación marcada por el Área de Cultura y Fiestas y no al revés.
La programación de la feria del centro pasa por anecdóticas pandas de Verdiales, algo para niños en calle Alcazabilla, y una retahíla de horarios de museos, lo que abulta las páginas del programa pero no engrosa cualitativamente las actividades feriales. ¿Dónde están los desfiles de moda flamenca, los concursos gastronómicos de la tapa de la feria, más zonas infantiles, más plazas con todo tipo de bailes y música de los que tiene de sobra esta tierra?
Y esto que digo vale para un Real que se aqueja de falta de contenidos y del esfuerzo inversor que han de hacer peñistas, inversiones evitables si ya se hubiera abordado como pedíamos un recinto estable. Desde 2013 la ciudad cuenta con una Ordenanza Municipal de la Feria de Málaga, que a todos los efectos ha evidenciado ser insuficiente. Esta normativa, que regula los aspectos esenciales de la organización y funcionamiento de la Feria de Málaga, no planifica ni diseña, en ningún caso, la feria que queremos para nuestra ciudad.
Lo que proponemos los socialistas es dar un paso más para lograr cambiar esta situación a través de la elaboración de un Plan Estratégico para la Feria de Málaga, en el que todos los agentes implicados podamos participar y aportar ideas, y que sea llevado a cabo por la Fundación CIEDES. Todas las organizaciones o todos los partidos políticos con representación municipal debemos urgentemente construir la próxima feria. Y el PP puede sumarse o de nuevo quedarse completamente sólo. Comenzaba estas líneas preguntándome a mí misma y a todos los malagueños si es esta la feria qué queremos. La respuesta a esta pregunta y su transformación debe ser fruto de una profunda reflexión que muchos ciudadanos de nuestra ciudad me llevan trasladando año a año, de feria en feria, impotentes ante el deterioro de imagen que está sufriendo la Feria de Málaga, es por eso que creo necesario trabajar en un cambio de modelo y para ello voy a trabajar.
El equipo de gobierno no puede ocultar tras unos datos estadísticos y un balance triunfal la existencia de graves problemas que dañan la imagen de la feria como son el macrobotellón que se origina en el Centro Histórico o el aumento de establecimientos sancionados por vender bebidas alcohólicas a menores de edad, que tanto nos preocupa.
Francisco de la Torre y su equipo han demostrado, un año más, no ser capaces de tomar medidas para mejorar la feria, pero tampoco han sido conscientes, una vez más, de la necesidad de implicar a colectivos y grupos municipales para conseguir la feria que todos los malagueños queremos. Los datos sobre las intoxicaciones etílicas y las edades de quienes la sufren deberían haber hecho saltar todas nuestras alertas.
La feria está estancada. No hay ideas nuevas, no hay proyectos ni participación. Propongo un nuevo modelo de feria marcada por la planificación estratégica y la implicación de la ciudadanía, para que algún día la respuesta de todos a esta pregunta sea: Sí, es la mejor feria del sur de Europa.