BLOGOSFERA
La gota que colmó el vaso
Es imposible detenerse en cualquier rincón de la ciudad donde los malagueños y malagueñas no te hagan algún comentario sobre el ridículo en el que se ha instalado el tema del recibo del agua en Málaga debido a las sonrojantes palabras del alcalde de Málaga. La ciudad no digirió bien, como no podía ser de otra manera, su humorística intervención en una tribuna seria en la que se espera que la solemnidad del acto por su repercusión tuviera unas palabras con más hondura. Sin embargo, el alcalde de Málaga hilvana una tras otra, especialmente en esta legislatura, chascarrillos que los avezados periodistas describen con minuciosidad en las distintas crónicas de la ciudad. No bastó la indignación por situarnos en el escaparate de la mofa acuática, sino que cuando los recibos del consumo del agua han ido llegando a los domicilios de los malagueños lo que parecía una broma de mal gusto se ha convertido en una muy triste realidad. Escenario que acucia la economía doméstica de la mayoría de los domicilios de la ciudad.
Hemos recibido a muchos malagueños y malagueñas que han venido a mostrarnos subidas de los recibos del agua de más del 50% con el mismo consumo. Son varios los miles de firmas de ciudadanos que han mostrado el desacuerdo con la subida exagerada que ha experimentado el recibo del agua. Son infinitas las muestras de desacuerdo de la ciudadanía a esta imposición de la subida del agua por parte del equipo de gobierno de municipal del PP. Han tachado todas estas muestras de repulsa de montajes y han calificado de "mentirosas" las subidas evidentes de los recibos del agua. Negar la evidencia y ocultarla bajo de titulares agresivos no hace más que dar más veracidad a la denuncia que desde el Grupo Municipal Socialista hemos planteado desde hace meses y ahora, conjuntamente, con una iniciativa ciudadana compuesta por más de setenta colectivos y organizaciones de consumidores, sindicales y partidos políticos.
Somos muchos colectivos y organizaciones los que estamos detrás de la iniciativa ciudadana contra el tarifazo de Francisco de la Torre. Dimos el paso ante la demanda vecinal que nos solicitaba ayuda, aunamos esfuerzos y hemos escenificado una apuesta común para hacer frente a la subida del recibo del agua en un momento económico horrible para muchos ciudadanos. El tema de la desproporcionada subida del agua no sólo se ha quedado en este hecho ya de por si grave, especialmente, para una ciudad angustiada por el desempleo y la crisis económica. También ha puesto de relieve algo que se hacía sentir en la ciudad de manera nítida (a pesar de que pocos se atrevían a verbalizarlo) y es que el proyecto del PP en la ciudad es inexistente. Su máxima figura, el alcalde, ha convertido el ejercicio de su responsabilidad en un teatro del humor donde la mayoría de los exponentes más destacados de la ciudad se muestran expectantes ante la nueva ocurrencia del regidor cuando se le acerquen los micrófonos de los medios de comunicación. El primer edil de nuestra ciudad no debe ocupar los titulares más destacados con objetos de mofa nacional. Exijo como malagueña, al menos, talla política para ciertas declaraciones que no dejen a la ciudad a los pies de los caballos de críticas irónicas por las capacidades de gestión de la ciudad por parte del alcalde.
Presentamos al pleno del mes, de nuevo, el tema del agua. No podemos cejar en el empeño de que el alcalde deje de parchear sus decisiones sobre el tarifazo del agua. El Alcalde ha vuelto a perder una oportunidad para rectificar con la subida del recibo del agua. Está situado de espaldas a la realidad de la calle, no logra oír a los malagueños y el clamor social que le exige que se detenga y no siga aplicando esa fórmula injusta para el recibo del agua. Instalado en su burbuja sólo deja que se le acerquen quienes aplauden sus bromas o sus salidas de tono con este tema u otros. El Alcalde parece atrapado en una maraña de problemas del que no sabe salir ni quiere. Ahora en Málaga muchos sufren y lo pasan fatal con las elevadas facturas que pagan por su consumo de agua. Lo poco que queda a muchos es poder asearse sin el temor de incurrir en gastos ingentes. Es un derecho básico de la ciudadanía y no podemos aceptar que, a pesar de las continuas manifestaciones en contra, la subida del recibo del agua se acepte como tal cosa. Esta es la gota que ha colmado el vaso: sin proyecto de ciudad, sin escuchar a la ciudadanía y esperando un nuevo exceso verbal del alcalde a pesar de la hondura de la realidad de un recibo de agua que muchos malagueños no pueden pagar.