Un día muy especial

Anteayer fue un día muy especial, lleno de emociones. Y también de nervios. Antes del acto de presentación en el Hotel Barceló se celebró una ejecutiva provincial del PSOE, y después de que allí se expusiera el apoyo de la militancia a través de las ejecutivas de las agrupaciones de la capital, intervine yo.

Les trasladé el inmenso orgullo que sentía, por la diferencia entre ejercer una labor por venir consensuada con todas las agrupaciones, y no nombrada. Hasta ahora mi trabajo político ha venido dado por un nombramiento (de Consejo de Gobierno) y aunque eso me llena de orgullo, la verdad es que este nuevo reto tiene el plus del respaldo colectivo, de sentirte arte de un proyecto compartido.

La sala estaba llena. Me causó impresión entrar y ver tantos compañeros, amigos, animándote, apoyándote. Las palabras de Bernardino, de Miguel Ángel, y en especial las de Pepe Griñán, fueron precisas, excedidas en piropos como suele pasar, pero con mucha profundidad. Los consejos de Griñán no me eran nuevos; ya en otras ocasiones habíamos hablado de ello. Huir de una campaña adversativa. Absolutamente de acuerdo.

Y mientras percibía que la sala participaba de mi ilusión y ganas en este proyecto, de los asistentes captaba su anhelo de que un cambio para una Málaga mejor era posible.

Con el acto del viernes asumo un compromiso todavía más reforzado si cabe con los malagueños y malagueñas para darles y representar la voz de la que hasta ahora han carecido.

Aun hoy tengo la impresión de estar resacosa, sin haber probado gota, pero confieso que el corazón se me quedó pequeño para tantas impresiones.

El escenario y la música también jugaron su papel. Nada se ha escapado de nuestra idea de hacer política: con diálogo (los “bocadillos” del escenario, en diálogo abierto), con modernidad, haciendo las cosas de forma diferente sin miedo porque antes no se hubiera hecho nunca. Y la música. Marta Sánchez nos acompañó para adivinar el nuevo futuro para esta ciudad. Quiero que la música me acompañe en esta nueva actividad, que refleje a través de sus letras y ritmos las ideas que quiero transmitir. Ya la iremos desvelando.

Y al final del acto, sesión de fotos. Ha debido este fin de semana producirse una avalancha en las redes sociales, a juzgar por la cantidad de fotos que me hice con las compañeras y compañeros. El ambiente era festivo. De unidad, de ilusión.

Y yo, la verdad, feliz.

Y solo es el primer paso…