BLOGOSFERA

Cristóbal Fernández Páez

El cambio a peor


Desde hace tres años hay dos malagueños al frente de la Junta de Andalucía y Málaga es la última provincia andaluza en inversión por habitante. ¿Para qué queremos a Moreno Bonilla y a Bendodo en Sevilla?

En lo que sí ha tenido una agilidad asombrosa el dúo malagueño ha sido en cargarse la sanidad pública. De un plumazo, despidieron a 8.000 sanitarios en octubre (1.500 en la provincia de Málaga), dejando la atención primaria en el esqueleto mientras se desvía presupuesto y pacientes a la sanidad privada.

La sanidad pública ha colapsado con Moreno Bonilla, hay enormes colas en los centros de salud, faltan médicos, especialistas y se mantienen cerradas infraestructuras acabadas como el centro de salud de San Pedro de Alcántara o sigue sin abrirse íntegramente el Hospital de Estepona.

Solo en la provincia de Málaga, se han eliminado servicios sanitarios importantes como las urgencias en el Hospital Civil, la maternidad en el Hospital Clínico y la unidad de Salud Pública y Sexual del Centro de Salud de La Roca. Y es que en Andalucía, que te vea hoy un médico en la sanidad pública se ha convertido en una auténtica pesadilla.

Tampoco en la educación se puede hacer un balance positivo. No parece que eliminar 141 aulas de Infantil y Primaria en la provincia de Málaga en solo tres años sea una buena carta de presentación. A la formación privada sí le va mejor desde que gobiernan las derechas en nuestra tierra.

¿Os acordáis de la promesa de Moreno Bonilla de crear 600.000 empleos? La realidad es bien distinta. Málaga continúa por encima de la barrera de los 150.000 desempleados y aún no ha recuperado los niveles de empleo previos a la pandemia, lo que sí ha ocurrido ya en el resto del país.

Donde el gobierno andaluz ha batido récords ha sido en la propaganda. Lo último que hemos conocido es el gasto de 1 millón de euros mensual por parte de la Consejería que dirige Bendodo para publicidad y autobombo.

Tampoco se les ha movido un músculo de la cara para hacer todo lo contrario de lo que prometieron. En la oposición criticaban con ferocidad que el Gobierno pagara los alquileres de vivienda de los altos cargos que no fueran de Sevilla y que por motivo de su cargo tuvieran que desplazarse y vivir en la capital andaluza. Ahora en el gobierno, el Partido Popular no solo no ha acabado con esta práctica sino que ha duplicado el gasto y el número de altos cargos beneficiados por el pago del alquiler.

También prometieron adelgazar la administración reduciendo el número de responsables políticos. Tres años después se ha incrementado el número de altos cargos en 24, siendo 4 de ellos en la provincia de Málaga.

La realidad es que los únicos beneficiados de las políticas de Moreno Bonilla en Andalucía son los más ricos. Se ha eliminado el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que sólo tenían que pagar aquellos contribuyentes que heredaran más de un millón de euros. Y se ha reducido el IRPF para las familias que ganan más de 80.000 euros al año. No sé vosotros, pero yo conozco a poca gente en mi entorno que hereden más de un millón de euros o que ganen más de 80.000 euros. El PP gobierna para las élites, lo que por otra parte no debe extrañarnos. ¿Pero qué pasa con la inmensa mayoría de andaluces que no tienen de todo?

TRANSPARENCIA

Información económica sobre el PSOE de Málaga y de sus cargos