Por qué hacer un Encuentro Nacional de Mujeres Progresistas LTB

La identidad sexual es un factor multiplicador de la discriminación, como lo es el factor género. La complejidad de los mecanismos sociales, culturales económicos que lleva a un individuo a situaciones de discriminación o exclusión social consigue cotas de crecimiento exponencial cuando se conjugan estos dos factores en el caso de las mujeres.

Las y los socialistas hemos impulsado leyes que tratan de erradicar los efectos negativos de la intervención de ambos factores en el sumatorio de la discriminación social.

Ahí están esas leyes y esos avances, leyes por las que los y las socialistas hemos luchado. Leyes que amplian un catálogo de derechos de un colectivo que históricamente había sido olvidado. Leyes como son la aprobación en 2005 de la Ley Matrimonios Homosexuales, con lo que conseguimos un gran avance en la “equiparación legal” de derechos de este colectivo con el resto de la ciudadanía; y una ley tan importante como es la Ley 3/2007 para el colectivo transexual, Reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Y avances como el alcanzado en diciembre de 2008, con el reconocimiento de derechos de las familias LTB, con la resolución de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida sobre la donación de óvulos dentro del matrimonio entre mujeres.

Pero somos conscientes de que las leyes ni evitan delitos ni situaciones injustas como la discriminación por identidad sexual. Por ello coincidimos con el movimiento civil lésbico, bisexual y transexual en que la visibilidad de las mujeres no ha avanzado al ritmo al que van los derechos logrados. Ni siquiera al ritmo de la visibilidad del movimiento gay.

Este reto, el de la visibilidad, no puede ni debe convertirse en una cuestión marginal para un partido que ha abanderado y liderado la lucha contra la discriminación y principalmente la histórica de las mujeres. No puede ponerse en duda que como partido de Gobierno nuestra responsabilidad es la de integrar en nuestras políticas públicas las reivindicaciones y necesidades expresadas por aquellos y aquellas que se sienten marginados de las mismas