Apuntes en el inicio del curso político

Comienza un año político o un curso de crucial importancia para este país, sumido en un clima de pesimismo generalizado, inmerso dentro de una crisis económica que sigue golpeando a las clases medias y trabajadoras, agravada por las decisiones una tras otra del PP; un país que afronta un desafío secesionista y una crisis institucional desconocida desde los tiempos de la Transición.

Pero lo más preocupante, es que es un país en manos de un presidente del Gobierno que vive en su autocomplacencia, a mil kilómetros de la sociedad española, de los cambios que exige y de las reclamaciones de todos los sectores. Un presidente del Gobierno que entiende la acción de gobierno como una acción partidista o de parte, de parte siempre de los mismos, un presidente que no gobierno para todos sino contra casi todos.

Lamento tener que decirlo: pero lo peor que le puede pasar a este país es que el Sr. Rajoy trate de arreglar por sí solo y con el rodillo de su mayoría los grandes problemas y retos que afronta España. Da un pasmo cuando el presidente que tiene a su tesorero político en la cárcel hable de regeneración política, financiación de partidos o transparencia. Como da escuchar a los líderes locales de su partido. Porque viven en la misma autocomplacencia, distancia y doble discurso que el jefe de
su tribu.

Nos enfrentamos a un camino nada fácil en este curso político hasta las próximas elecciones municipales de mayo de 2015. Con Rajoy al mando, sólo caben ocurrencias y medidas partidistas para defender los intereses electorales del Partido Popular. Ni una propuesta de altura, con altura de miras política, para sacar del hoyo a este país.

El Partido Socialista, consciente de la situación, debe responder a un doble desafío: la constitución de un proyecto creíble y factible de país y frenar o reconducir algunas de las maniobras torticeras que el PP nos brinda a diario. No es fácil, pero a día de hoy estamos mejor preparados para ese reto que hace un año.

El PSOE sí ha hecho examen de conciencia. Más que ningún otro partido. El PSOE sí ha debatido internamente más que ningún otro partido. El PSOE sí tiene propuestas alternativas factibles. El PSOE sí ha asumido principios básicos de regeneración política y los ha propuesto, mano tendida, y lo volverá a hacer, al partido del Gobierno y al resto del arco parlamentario. El PSOE sí se ha puesto al frente del necesario refresco de los líderes políticos, de la necesaria reforma constitucional que resuelve el tema territorial y el desfase de nuestro principal norma con la sociedad a la que ampara y ordena. El PSOE, por último, sí está preparado para el cambio.

Con estos principios básicos afrontamos un año, como he dicho, crucial para la democracia española, con un claro objetivo: construir proyectos de gobierno en todos los ámbitos, desde el pueblo más pequeño de esta provincia al conjunto de España. El PSOE salta a la arena a ser líderes del cambio social, a afrontar la transición económica y social que los españoles exigen, la reforma
de sus instituciones y de la política. Con tesón y con trabajo.

Abrimos este curso con la responsabilidad de que la credibilidad de nuestras propuestas ha de ser pareja a la ilusión que generen. No valen propuestas de fogonazos que después se apagan como las que lanza el PP y lanzan otros partidos. No valen los fuegos de artificio en la regeneración política, tampoco en las soluciones a esta crisis. Así, nos presentamos como alternativa. Con los deberes hechos.

Tenemos organización y partido renovado. Tenemos ideas, propuestas y la firma voluntad de construir, mano a mano entre todos y todas, los proyectos de futuro para las ciudades y
pueblos de Málaga, para la Diputación y contribuir a que la provincia y sus intereses estén asegurados en el proyecto de país.

El PSOE está en la alternativa y en guardia frente a las maniobras de la derecha, con una prioridad: la economía. España saldrá adelante si acometemos una profunda renovación de nuestro sistema, pero con consenso de todos, me refiero, con sentido, y con acuerdo. Activaremos la economía cuando renovemos la maquinaria institucional, y el único partido de cambio que puede hacerlo es el PSOE, porque es un partido de gobierno, porque sus alternativas son posibles, tiene un liderazgo nuevo en Pedro Sánchez que representa la generación del cambio. Estamos en lo importante, pero también en lo urgente.

Nuestra preocupación es el día a día de la gente. Y no podemos olvidarnos de que esta provincia soporta niveles de desempleo muy altos, con miles y miles de familias sin ingresos, con una cobertura por desempleo a la baja, con salarios recortados y pérdida de derechos. El camino va a ser largo y duro, pero los socialistas de esta provincia vamos a dar lo mejor de todos nosotros y nosotras, desde el pueblo más pequeño a la capital para que un proyecto de progreso encienda la esperanza de la gente. En ello estamos.