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Enrique Benítez Palma

El combate de Pedro Sánchez


Más de un cronista ha rescatado el relato pugilístico escrito por Ignacio Aldecoa a finales de los años 50 y titulado “Young Sánchez” –dedicado a Manolo Alcántara, por cierto- para elaborar algunos juegos de palabra al respecto. Pedro Sánchez es también joven y acaba de ser elegido por la militancia del PSOE para ser el nuevo Secretario General, decisión oficializada este pasado fin de semana en el Congreso Federal extraordinario celebrado en Madrid.

Pedro Sánchez tiene ante sí varios retos muy importantes. El primero de ellos, dotar de rumbo a un partido político histórico, protagonista de algunos de los episodios más brillantes de la Historia de España, un partido más que centenario, transversal y decisivo en los avances sociales y en la modernización económica que se ha vivido desde la Transición. Y también insuflar ánimos a una militancia apagada, que ya no se reconocía en sus máximos dirigentes, avasallada por la mayoría absoluta del PP y preocupada por el éxito entre los ciudadanos más jóvenes y reivindicativos de otras opciones de nuevo cuño con mucho todavía por demostrar en el agitado ring de la política nacional.

Ha sido valiente Pedro Sánchez evitando que los parlamentarios europeos del PSOE votasen a Juncker. Puede que el nuevo Presidente de la Comisión haya sido capaz de poner encima de la mesa un Plan de Estímulo tan necesario como urgente. Pero votar a favor habría sido una traición en toda regla a nuestra campaña electoral, a lo que pregonamos a los cuatro vientos en mayo de este mismo año, y un evidente contrasentido. Digan lo que digan los profesionales de la realpolitik que aún permanecen en el PSOE y algunos medios de comunicación que algún día fueron de izquierda moderada, la decisión de Pedro ha sido la que esperaban casi todos nuestros militantes y votantes, de manera prácticamente unánime. Votar sí habría sido un golpe bajo inadmisible en un momento de moral colectiva débil.

Y también ha acertado Pedro Sánchez marcando distancia con un PP demasiado aficionado a las peleas marrulleras, al cuerpo a cuerpo, al bochorno. Cuando está en la oposición el PP no sigue las mínimas reglas de la convivencia democrática, embarrando el normal juego político. No es de recibo que el PP plantee importantes reformas institucionales –desde el pucherazo electoral de Cospedal en Castilla-La Mancha hasta la hipótesis de la elección directa de alcaldes- sin más apoyo que una mayoría absoluta conseguida con un programa electoral incumplido de la primera a la última letra. En todos los ámbitos de la vida el respeto debe ser siempre mutuo y recíproco.

El relato de Aldecoa termina justo cuando empieza el primer combate profesional de Young Sánchez. El chico se conjura para vencer, lo necesita. Hay demasiada miseria alrededor suyo. Un triunfo sería vital. Una victoria supone futuro. En parecidas circunstancias se encuentra Pedro Sánchez, que ya en sus primeros asaltos ha demostrado solvencia, garra y una fuerte personalidad. No va a ser fácil, nadie dijo que lo fuera. De eso se trata. Pero esta vez nuestro candidato ha salido claramente a ganar, desde el primer minuto, desde el primer toque de campana. Y eso se nota.

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