BLOGOSFERA
El PSOE gana con la Democracia
Mientras el Gobierno de la Nación, supuestamente dirigido por Mariano Rajoy pero encomendado a los abogados del Estado amigos de Soraya Sáenz de Santamaría, aprobaba por la vía de urgencia un Real Decreto-ley de 172 páginas y que modifica nada menos que 26 leyes, sin apenas debate ni discusión ninguna, con toda la oposición en contra, y con una forma muy autoritaria de entender lo que supone conseguir la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados, el PSOE organizaba y celebrara unas elecciones primarias abiertas a toda la militancia para elegir a su nuevo Secretario General, que va a ser Pedro Sánchez.
Son dos formas antagónicas de entender la democracia. Con o sin participación. Con dedazo o atendiendo a la voluntad de la militancia. En el PSOE sus militantes han podido elegir a su nuevo líder. El PP sigue aceptando con una sumisión rayana en lo bovino el dedazo procedente de la cúspide de la pirámide. Pero nadie en ese partido parece incómodo con un proceso que entrega todo el poder de decisión a una sola persona, y toda la obligación de obediencia al conjunto de militantes y simpatizantes.
El domingo se vivió una fiesta en miles de agrupaciones socialistas repartidas por toda España. En Málaga vimos votar a compañeros de La Rioja, de Huelva, de Ceuta, desplazados ese día a Málaga por trabajo, o por turismo, y que sin embargo podían votar, previamente acreditados en una página web habilitada desde la Ejecutiva federal. Miles de compañeros y compañeras tuvieron la conciencia de estar viviendo una jornada histórica, de estar participando en un momento memorable e inédito de la historia política de este país, y estuvieron a la altura de la circunstancias. En muchas agrupaciones pequeñas votó todo el electorado. En las medianas, se superó el 75% de participación. Un resultado incontestable que demuestra el acierto que supone abrir de par en par las puertas de la toma de decisiones a quienes viven implicados en la política, en la política más cotidiana.
Puede parecer pretencioso, pero hay que decir que el PSOE ha hecho Historia. Muchas formaciones que se declaran de izquierdas dicen apostar por otro tipo de democracia, una democracia más asamblearia y presuntamente más participativa. Pero sorprende entonces su timidez a la hora de apostar por métodos más valientes a la hora de tomar decisiones importantes. Hay mucho de retórica y poco de realidad en las prácticas habituales de quienes se presentan como los representantes de la auténtica izquierda.
Sí, señores, el PSOE ha cometido errores y los seguirá cometiendo, pero hay que insistir en que mucho de lo bueno que tenemos se lo debemos a las políticas de carácter socialdemócrata que se han llevado a cabo en nuestro país desde los años ochenta del siglo pasado. Y también hay que reconocer que la sociedad está pidiendo no sólo más audacia en la defensa de los intereses de los más vulnerables, también más coherencia, más ejemplaridad, más transparencia, más convicción y menos componendas de alta política que sólo benefician a unos pocos. Las primarias son un instrumento necesario pero no suficiente para recuperar la confianza de los ciudadanos. Ahora hay que gestionar esa enorme inyección de legitimidad con inteligencia, sí, pero sobre todo con mucha sensibilidad. Para volver a ganar, para que ganen los que tanto han perdido en estos últimos años.