BLOGOSFERA
Gracias, Pedro
No es fácil hallar la fórmula más cercana para dotar de significado un compendio de palabras donde se quiere evidenciar, al menos, un sentimiento justo de la realidad. La realidad política no es fácil de encarar porque la situación económica ha colocado en la palestra de la actualidad el descontento con la clase política y con las instituciones por la lejanía de los problemas más asfixiantes que coartan la vida de cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas. Esta nefanda crisis que nos angustia a todos se superará igual que superamos momentos anteriores de nuestra historia más reciente dónde tuvimos el coraje, hace más de 30 años, de dar el salto cuantitativo y cualitativo que nuestro país y nuestra ciudad llevaban demandando a gritos.
Es ese reconocimiento a nuestro pasado más reciente el eje de mis palabras. Creo que todos los lectores reconocerán que sin las bases que nos regalan aquellos que han ocupado nuestro lugar con anterioridad sería imposible que hiciéramos nuestro trabajo. Con ganas defendemos nuestros ideales desde una posición de ventaja, desde un atril ideológico y con la vitalidad que ya otros hicieron antes que nosotros. La línea invisible que une la labor del pasado con el esfuerzo que hicieron aquellos que nos precedieron merece el reconocimiento expreso de los que en la actualidad somos protagonistas en el espacio que ellos crearon y que ahora nosotros usamos.
El Grupo municipal socialista ha tenido Portavoces anteriores que me han permitido aprender y averiguar las reglas de la política municipal para mejorar, si cabe, las tareas de oposición que nos han encomendado en las últimas legislaturas el electorado malagueño. El insomnio de la desmemoria no debe atenazar el día a día de nuestro trabajo porque es justo reconocer todo lo que somos gracias a ellos. Todos y todas las portavoces que me han precedido en la labor de la oposición han hecho un trabajo arduo y encomiable del que seguimos aprendiendo día a día.
Todos tenemos la conciencia de reconocernos en nuestros mayores, en nuestros predecesores y evidencia que en nuestra realidad ocupan un lugar privilegiado y de justicia en nuestra memoria política. Pedro Aparicio ha sido hasta el momento el Alcalde socialista de Málaga. Pedro es nuestro gran ejemplo.
Al incansable paso del tiempo se le encarga la función básica de colocar a cada uno en el lugar que le corresponde. En ocasiones, las circunstancias se empeñan en que haya que hacer un esfuerzo ingente para que eso ocurra. Pedro Aparicio marcó la senda en el progreso de esta ciudad y para que esta ciudad se configurara como lo que es en la actualidad. Infraestructuras culturales tan trascendentales para la ciudad como el Teatro Miguel Cervantes, el Archivo Histórico o la Casa Natal Picasso tienen la impronta de Pedro Aparicio. Sin ellas no reconoceríamos nuestra ciudad hoy como lo hacemos. Gracias a la gestión municipal desde 1979 a 1995 algo tan nuestro como la figura del malagueño universal, Pablo Ruíz Picasso, pasó a formar parte de nuestro idea colectivo. Málaga y Picasso volvieron a encontrase biográficamente.
Algo que nos puede parecer tan lejano como la pavimentación, saneamiento y acerado de barriadas tuvo el sello de Pedro Aparicio en cincuenta y dos barriadas periféricas. La creación de los distritos municipales, compra y rehabilitación del Jardín Botánico de la Concepción o el Parque del Oeste también reconocen la mano de Pedro Aparicio. Eliminación de los depósitos de CAMPSA, nuevas instalaciones de la EMT o nuevos parques de bomberos en distritos entre otras muchas actuaciones marcan la huella indeleble de Pedro Aparicio en la ciudad de Málaga. No es justo que echemos la vista atrás y sólo lo hagamos de los últimos 15 años, alarguemos la mirada un poco más y encontraremos dónde hunde las raíces nuestra ciudad para reconocerla cómo lo hacemos en un día como hoy.
El PP usa muy a menudo en su discurso político conceptos como herencia recibida. En todos estos años de gobierno municipal del PP en Málaga sólo han servido para percatarnos que han estancado sus decisiones entre muchos proyectos fallidos, incumplidos e inacabados en nuestra ciudad y la herencia, en este caso, siempre la colocan en la memoria olvidada.